Habla director regional de Vialidad. Corresponde a uno de los caminos más afectados de la región, por lo que será uno de los que más costará “recuperar”, por así decirlo.
CURICÓ. Claramente la ruta J-55 fue una de las vías más afectadas a raíz del paso del sistema frontal, que ocurrió a fines de junio pasado. Tomando en cuenta la población presente en la zona, la prioridad respecto a las labores de “recuperación” la ha tenido el tramo entre Romeral y Los Queñes, donde en al menos cuatro puntos, la crecida del río Teno generó daños “más que considerables” en el camino, que hace solo algunos años atrás había sido asfaltado. En tal contexto, el director regional de Vialidad, Manuel Salinas, indicó que respecto a la continuación de tal vía, es decir, desde el puente Briones hacia arriba, hay una afectación de a lo menos 27 puntos. “Es un desastre como está el camino. Hay un sector como de un kilómetro en el que desapareció el camino, tenemos aluviones, cortes de la ruta, inundación en un punto donde ya bajó el agua”, contó.
INTERESADOS
Ya que la empresa Bío Bío es propietaria de una mina, la cual está ubicada en el kilómetro 84 de la citada ruta (El Fierro), Salinas señala que ellos han sido los más interesados en restablecer el acceso terrestre a tal punto. En tal contexto, se está trabajando para concretar un “convenio en conjunto” que permita avanzar en tal objetivo, antecedentes que ya fueron remitidos a nivel central. Se trata dijo, de “una colaboración para que ellos puedan intervenir en una etapa primaria y después nosotros reforzar con enrocados”. “La empresa Bío Bío está muy apurada, de hecho, ya están trabajando con maquinaria propia en la J-25 y solucionando esos tramos, ellos van a ir avanzando”, dijo. Se estima que, por lo pronto, se requerirán de a lo menos 12 semanas de trabajo para volver a darle conexión a la citada mina. Cabe recordar que la J-55 corresponde a una “ruta internacional”, por lo tanto, también se trabajará pensando en tal característica, de cara a su apertura para la próxima temporada estival.
CONECTIVIDAD PRIMARIA
Respecto al tramo de la J-55, entre Romeral y Los Queñes, Salinas indicó que ahora lo que se está haciendo es “desviar las aguas para poder trabajar principalmente en el kilómetro 34, donde tenemos maquinaria, tenemos dos bulldozer, dos retroexcavadoras, no se veían porque estaban en el río desviando las aguas”. Tales trabajos, agregó, son de conectividad primaria. “Tenemos ya el levantamiento o la evaluación de lo que es la reconstrucción, eso sería de manera posterior, una vez que nosotros tengamos los decretos para poder hacer trato directo con las empresas”, dijo. “Estamos en esa labor, que es la labor primaria, y después con equipos ya de contratación de empresas, tenemos que resolver la conectividad de los caminos que fueron afectados”, subrayó. En general, en toda la Región del Maule, los caminos de las zonas pre y cordillerana (Linares, Talca y Curicó) han sido los más “golpeados”. “Nosotros tenemos desplegados distintos equipos, sobre todo lo que son de administración directa, que son los equipos propios, para poder dar conectividad a los sectores aislados”, concluyó Salinas.
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