De “cerrillo pelado” a Parque

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Según las definiciones académicas, a nivel internacional, un parque “es un espacio natural o seminatural que puede estar situado en el interior de una unidad territorial, comuna o  población y que se utiliza como prado, jardín o arbolado, para esparcimiento y recreo de los ciudadanos”.
Y refiriéndose a otras acepciones de la palabra “parque” se agrega que se trata de “grandes extensiones protegidas por el estado, como parques naturales y nacionales, dedicadas a la protección de la vida salvaje y los hábitats naturales”.
Los parques que se mantenían en la antigüedad de forma privada para disfrute de sus propietarios actualmente están abiertos al público, como los jardines de Versalles, Jardines del Retiro de Madrid o los antiguos parques de caza de nobles y reyes, como el bosque de Fontainebleau, en Francia.
Podría parecer algo ambicioso y quizás hasta un poco pretencioso hacer una comparación entre ese tipo de famosos lugares con nuestro criollo, modesto pero querido cerro Carlos Condell, pero es verdaderamente admirable lo que se ha logrado en el curso de los últimos 115 años.
En efecto, decimos eso porque fue recién en 1906 –siendo intendente Arturo Balmaceda Fontecilla– que se abrió el camino de acceso para vehículos de tracción animal en el faldeo poniente frente a la Alameda Manso de Velasco, al tiempo que se iniciaron las primeras plantaciones de árboles.
Hay que reconocer, eso sí, que la transformación de ese sencillo otero o cerrillo, ha sido lenta y no exenta de dificultades pues allí ocurrieron también tristes y vergonzosos episodios como violaciones, suicidios, pequeñas orgías de algunos irresponsables, e innumerables incendios de tipo forestal.
Durante la presente semana el concejo municipal aprobó un proyecto cuya finalidad es generar las mejores condiciones en infraestructura y seguridad para quienes concurren al “Parque Cerro Carlos Condell”. 
En tal contexto, dicha iniciativa contempla, la implementación de una Oficina de Administración e Informaciones; un circuito de cámaras de seguridad; servicios higiénicos; sala de enfermería; guardaparques y señaléticas, entre otros adelantos. 
Es reconfortante para todos los curicanos ver que lo que fuera un “cerrillo pelado” viene convirtiéndose en un hermoso parque.