Recuerdos. La emoción que representa volver a juntarse después de décadas, constituye un momento de nostalgia único e irrepetible para las generaciones que se encuentran organizando, para el 9 de marzo, una jornada que simboliza un viaje a la nostalgia.
TALCA. Han pasado los años, ya no son los niños vestidos de uniforme que llegaban en el día a día a cumplir sus deberes de educarse y formarse como hombres y mujeres de bien. Hoy hablamos de padres, madres, abuelos, abuelas y de excompañeros, quienes en algunos casos peinan canas, pero que no pierden el sentido de identidad y pertenencia, que les dio su paso por las aulas, del emblemático Colegio Integrado de Talca. Por ello, la emoción que representa volver a juntarse después de varias décadas constituye un momento de nostalgia único e irrepetible, para distintas generaciones que se encuentran organizando, para el sábado 9 de marzo, un reencuentro que simboliza un viaje a la nostalgia. Uno de los precursores de la reunión es Leonardo Bravo Águila, que, en medio de la emoción, adelanta lo que representa este especial momento. “No es una junta común y corriente. No son cursos los que vamos a reunirnos, sino alumnos de las décadas de los 70 y 80, con excompañeros que tienen en algunos casos tienen 70 años o menos, es súper transversal. Es la primera vez que se da la oportunidad de hacerlo. Me llamaron en diciembre para ver si me gustaría participar y actuar de cierta forma como organizador, por cierto, que prendí de inmediato”, dijo. Agrega que, en lo personal, hay muchas emociones contenidas. “Tengo un enorme cariño al colegio, estudié desde cuarto básico a cuarto medio, en el intertanto murió mi padre y el colegio tanto a mi como a mi hermano nos mantuvo la matrícula hasta el final. El cariño es tremendo. Hay gran interés de los profesores, como de los exalumnos por esta reunión, que sin duda será memorable”, acotó.
LA FIGURA
Ciertamente, las generaciones que estarán presentes en el encuentro, cultivaron y desarrollaron distintas habilidades y talentos para forjar sus destinos. Uno de ellos, es Eduardo Rubio, el recordado exfutbolista de Rangers de los ‘80 y que tuvo una prodigiosa carrera jugando en clubes nacionales, en Europa y en la Selección Chilena. “Lo llamé y le dije ‘Pájaro’, como todos le apodamos cariñosamente, tienes que venir ya que tú eres el ídolo de nuestra generación y del colegio”, señala Leonardo Bravo. Agrega que también los excompañeros que están en el exterior estarán conectados a través de mensajes. “En definitiva, es recordar una linda época de nuestras vidas, cuando se es joven y niño. Ahora que uno está un poco más viejo, mira atrás con mucha nostalgia las aventuras, peripecias y amores no correspondidos. En estos tiempos de tanta impersonalidad, donde todo es apretar botones, surgen esos momentos que son mágicos. Y por cierto recordaremos a los Hermanos Holandeses que eran nuestros guías y que siempre están presentes”, indicó.
El BEBÉ EN CAMINO
Hoy Leonardo Bravo relata que de manera coincidente con este encuentro, está escribiendo el libro “El triángulo de la virtud: disciplina, respeto y cariño”, que es una evocación de los valores adquiridos en el Colegio, y que habla de la humildad, empatía y liderazgo. “Cuando hablo de liderazgos no solo se trata de empresas, sino de la capacidad de construir equipos de trabajo. Un profesor o un padre es un líder. Toda persona que quiere trascender tiene que ser un líder. El libro es mi bebé en camino”, cerró.
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