Vecinos y locatarios de calle Villota solicitan que se aumenten las rondas preventivas de vigilancia

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Un parlante, alimentos, bebidas y artículos electrónicos son algunas de las especies robadas en el local “Pollo con Tacos”.

Preocupación. Dentro de estos días, el local “Pollo con Tacos” ha sido “visitado” en dos oportunidades. Se estima que el responsable correspondería a un solitario delincuente.

CURICÓ. Durante las últimas semanas, parte del sector céntrico de la ciudad, específicamente la calle Villota, se ha convertido en foco principal de robos y asaltos a locales comerciales y casas particulares. Claro ejemplo de esto, ha sido un local de comida quienes han sufrido dos robos en menos de una semana. Por lo mismo, es que solicitan que se aumenten las rondas de seguridad, tanto por parte de Carabineros como de personal de Seguridad Pública, ya que consideran que ese sector de la ciudad antes era bastante seguro, pero que ha estado siendo “dejado de lado”, dando espacio a que se realicen delitos. La falta de cámaras de seguridad en la vía pública y la poca presencia policial han facilitado a los delincuentes perpetrar distintos actos bastante alejados de lo permitido por la ley. Hablamos de robo de autos y casas. Además de un asalto a la Librería “Sueña y Crea” a plena luz del día han agravado la situación. “Es una situación realmente preocupante, porque ese asalto fue en una hora en que los niños del colegio iban saliendo, o sea realmente no les importa nada”, comenta un locatario del sector.

ROBOS EN EL SECTOR
Durante la última semana, el local “Pollo con tacos” ha sido víctima principal de la delincuencia, pues han sido ya dos veces las que han forzado la entrada al recinto para poder sustraer cosas. Un parlante, alimentos, bebidas y artículos electrónicos son algunas de las especies robadas. Si bien, la dueña del lugar entregó los registros de la cámara de seguridad a Carabineros, aún se trabaja por reconocer al solitario hombre que ingresó a las dependencias y quien habría entrado en ambas oportunidades. “Es una sensación de inseguridad constante, antes este era un sector tranquilo y ahora roban hasta de día. Económicamente esto genera un gasto que podría haber sido invertido en algo que genere ingreso también” aseguró dueña del citado local. Otro caso, ha sido el robo de un vehículo que estaba estacionado en la vía pública y que fue sustraído por antisociales, quienes más tarde fueron identificados gracias a las cámaras de seguridad de tiendas cercanas al incidente, mientras que el automóvil fue encontrado y regresado a sus propietarios.

CONSECUENCIAS
Todo esto, no solo perjudica respecto a los artículos robados sino que a la publicidad y visibilidad de los negocios. Esto, ya que, obliga a las tiendas a instalar cortinas metálicas o cortinas de hierro que imposibilitan la vista al interior de cada local o quitando la posibilidad a los dueños de abrir las puertas completamente a los transeúntes o incluso, alargar sus horarios de atención por el temor que genera volver a convertirse en presas de los robos. Además de que se suma a la intranquilidad con la que ahora deben convivir diariamente los locatarios o residentes.