Con clara resignación: Residentes de Licantén vuelven una vez más a tratar de levantarse

0
700
El comercio ya se había visto severamente golpeado por el anterior episodio de tales características. Está la incertidumbre de que muchos emprendimientos puedan volver a levantarse.

Desolador panorama. Se trata de una comuna que estaba intentando “pararse” tras el que fue el pasado evento de tales características y que nuevamente “se fue al suelo” producto de una inundación que resultó “aún más severa” que la anterior. 

LICANTÉN. Desolador es el panorama que por estos días se vive en la ciudad de Licantén, zona seriamente afectada tras la que fue una nueva inundación, producto de la crecida tanto del propio río Mataquito, como de otros afluentes de dicha zona.
Ya con el descenso de las aguas, que en varios puntos incluso superó los dos metros de altitud, los vecinos de Licantén comenzaron de inmediato, en muchos casos por sus propios medios, con las labores de limpieza de sus respectivos hogares.
Se trata de un pueblo literalmente devastado, que no cuenta con servicios básicos (agua y luz), con su comercio “por el suelo” y que, para mayor complejidad, está prácticamente “aislado”, ya que sus principales vías de comunicación terrestre resultaron severamente dañadas. A ello hay que sumar que sistemas como la telefonía o internet, siguen entregando un servicio “muy inestable”. 

APOYO
Con los recursos que detentan, los vecinos han comenzado las labores de limpieza en cada casa, ayudándose “unos con otros”, tal como ha sucedido, por ejemplo, en la villa El Bosque, símbolo del sentimiento de unidad que reina entre ellos, a fin de ejecutar un “trabajo en equipo”. No ha sido fácil, ya que para limpiar precisamente se requiere de agua, la que por ahora no está presente. 

INCERTIDUMBRE
Quizás el principal sentimiento que los vecinos experimentan es el de “resignación”, ya que hace tan solo algunas semanas atrás, muchos de ellos tuvieron que pasar por lo mismo: la inundación de sus casas o de espacios destinados al comercio, entre otros servicios.
Respecto al último punto, si ya con anterioridad, muchos emprendimientos habían quedado “muy a mal traer”, quizás lo que sucedió esta semana derive en el fin definitivo de ellos. Varios recalcan que aún están las ganas de “levantarse”, pero que, en estricto rigor, indican que simplemente “no están en condiciones” para hacerlo. Se instala con ello un “período de incertidumbre”, a la espera de la llegada de apoyo “en concreto”.