Damas de Amarillo celebran nuevo aniversario

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Damas de Amarillo realizan una loable labor en favor de la comunidad.

Misa de acción de gracias en Iglesia La Merced. La entidad celebró un nuevo año de existencia, recordando que fue fundada el 3 de septiembre de 1947, como Sociedad San Juan de Dios.

CURICÓ. La institución nació de una idea del capellán del hospital, padre Tulio Garcés, quien reunió a un grupo de damas curicanas que apoyaron de inmediato la iniciativa de colaborar en la sección de tisiología, la cual era la más complicada por tener a los enfermos de tuberculosis, considerada mortal por la carencia de medicamentos y por la rigurosidad del tratamiento, que obligaba a los pacientes a permanecer internados largo tiempo.
De ese modo, surge la Sociedad San Juan de Dios, presidida por Amalia Saravia de Valderrama, y cuyo principal objetivo era la atención de esos contagiados en particular y, además, acompañar a las Hermanas de la Caridad, todas las tardes a las 15:00 horas, al rezo del Santo Rosario, pidiendo por la salud de esos enfermos y de todos los hospitalizados.

MEJOR ATENCIÓN
Con el tiempo fueron surgiendo otras necesidades, como las visitas a los enfermos de parte de sus familiares, en su mayoría de sectores rurales, por lo que estas damas comenzaron a entregar a esos enfermos, té, azúcar, ropa de cama, incluso, dinero para medicamentos y para que, al ser dados de alta, pudieran retornar a sus hogares.
Durante 1953, en Santiago, un grupo de esposas de médicos funda las Damas de Amarillo, que toma para su uniforme los colores de la bandera de El Vaticano, obteniendo su personalidad jurídica y presionan para que Curicó se transforme en filial de la institución.
La entidad cuenta con 18 voluntarias y su directiva está compuesta por Miriam Rojas Pezo, como presidenta; Ana Torres González, como vicepresidenta; Carmen Vargas Pérez, secretaria; y María Antonieta Rivero, tesorera.

FINANCIAMIENTO
La institución utiliza recursos propios para financiarse, más la colecta nacional anual, fondos que se invierten en útiles de aseo y otros elementos que van en directo beneficio de los enfermos internados en el Hospital de Curicó.
Las voluntarias brindan su apoyo y consuelo a los pacientes, en todas sus necesidades haciendo que el “servir al enfermo” sea su meta y horizonte, acción que desarrollan con total dedicación y mucha entrega.