Llevan agua y protección a quienes viven en la calle

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Las altas temperaturas, que podrían alcanzar los 38 grados a la sombra, son particularmente críticas para quienes viven en situación de calle.

Rutas Calle Calor. Dicho dispositivo se activará en nueve ciudades del país. A saber: Santiago, Rengo, San Fernando, Curicó, Talca, Linares, Cauquenes, Chillán y Los Ángeles.

SANTIAGO. El Hogar de Cristo ha implementado Rutas Calle Calor para llevar, entre las 9:00 y las 13:00 horas, agua, bloqueador solar y otros elementos de protección a quienes viven en la calle, quienes representan la expresión más dura de la pobreza y la vulnerabilidad. Dicho dispositivo se activará en nueve ciudades del país. A saber: Santiago, Rengo, San Fernando, Curicó, Talca, Linares, Cauquenes, Chillán y Los Ángeles. A la iniciativa se sumó la empresa Soprole, la que entregará 270 litros de agua embotellada a diario más cajas de leche. Estas rutas de emergencia se desarrollarán cada vez que el pronóstico meteorológico supere los 34 grados.

DETALLE
A la entrega de kits de apoyo, se agrega el que los programas de atención domiciliaria y los centros de día del Hogar de Cristo, así como sus casas centrales en regiones, estarán abiertas para que las personas puedan resguardarse de los efectos del sol y las altas temperaturas. Del mismo modo los dispositivos de atención domiciliaria reforzarán sus visitas para verificar el estado de salud de los adultos mayores, dadas las condiciones precarias en que viven.

DIRECTORA SOCIAL
Liliana Cortés, directora social nacional del Hogar de Cristo, explicó el sentido de esta iniciativa: “A las personas en situación de calle la opinión pública las ve con profusión en invierno en los medios de comunicación. Cuando el frío, la lluvia, la humedad las convierten en víctimas fatales. Son muertes por hipotermia, por enfermedades respiratorias no tratadas, por la edad y el deterioro físico propio de la vida en calle. Ahora enfrentamos lo opuesto: el calor, que es especialmente peligroso para personas con patologías crónicas y para los adultos mayores. Por eso, hacemos esto: llevar agua y protección a quienes no tienen cómo hidratarse, refrescarse, guarecerse, ducharse. Debemos apoyar a las personas que duermen al alero de edificios de cemento recalentados, rucos hechos con latas que se caldean, autopistas y asfaltos hirvientes por el calor solar”.
Para no tener que lamentar muertes por sed, deshidratación e insolación, el Hogar de Cristo, organización que en octubre cumplirá 80 años desde su creación, se moviliza frente a las nuevas expresiones de la pobreza. En este caso, las que amplifica el cambio climático, con estos episodios de calor agobiante y extremo.