¡Bienvenida la lluvia, pero…!

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Editorial

Pese a todos los adelantos en materia de predicciones meteorológicas que existen actualmente no siempre es fácil “adelantar” con razonable anticipación cómo irá a ser el comportamiento climático en determinadas zonas de Chile.
Además, las irregularidades derivadas del “efecto invernadero” a nivel mundial, hacen aún más difícil que haya precisión en los pronósticos.
Todos sabemos que estamos viviendo una dramática sequía que se prolonga por más de una década con gravísimos daños especialmente en la agricultura y hasta en los niveles mínimos de agua para el consumo humano y animal.
Por eso es que las lluvias que comenzaron a caer levemente ayer viernes (y que debieran ser más “generosas” durante el presente fin de semana) han sido recibidas con satisfacción y hasta con alegría por toda la comunidad, particularmente en la Región del Maule, más aún cuando en los  últimos días de la semana pasada tuvimos peaks de un calor sofocante, que en ocasiones superaron los 35 grados.
Según el Centro de Investigación y Transferencia en Riego y Agroclimatología (CITRA) de la Universidad de Talca, para hoy sábado y mañana domingo se esperan lluvias más intensas (que alcanzarían los 25 milímetros en nuestra zona y no se descarta que en el área de cordillera y precordillera puedan presentarse tormentas eléctricas y vientos por sobre los 20 kilómetros por hora, todo lo cual comenzaría a declinar en la tarde-noche del domingo.
Si pensamos que algunos focos de incendios forestales -siendo el de Lomas de Huemul, en la comuna de Teno el de mayor extensión y aún activo- pueden terminar con estas precipitaciones, en la otra cara de la medalla se prevé que este sistema frontal podría acarrear efectos negativos en la agricultura, generando daños especialmente en el trigo, por la intensidad de las lluvias y enfermedades en viñas y frutales, a raíz del calor que volverá a la región hacia el lunes o martes.
Respecto del incendio en el área de Huemul, en la comuna tenina, se dijo que el fuego ya ha consumido más de dos mil 300 hectáreas de vegetación natural, pero no se han visto amenazadas viviendas, bodegas u otro tipo de construcciones.