Obispado de Talca y municipio de Curicó firman contrato de usufructo de la Iglesia San Francisco

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Histórico lugar. El acuerdo permitirá fomentar el turismo religioso y rescatar el patrimonio y cultura de la comuna.

CURICÓ. La Iglesia San Francisco mantiene un lazo constante con la historia de Curicó. En ese mismo lugar, donde descansaron los restos de Francisco Villota o donde se levantó la Escuela San Antonio, la primera de la comuna, ayer se firmó un contrato de usufructo entre el Obispado de Talca y la Municipalidad de Curicó.
Dicha instancia, permitirá que el lugar pueda ser utilizado por el municipio local, con el objetivo de realzar la cultura y el patrimonio.
En la actividad participaron el obispo de Talca, Galo Fernández, el alcalde de Curicó, Javier Muñoz, además de la seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Ángela Campos, quienes estuvieron acompañados por los vecinos y comunidades del sector.
También participaron los concejales Javier Ahumada (presidente de la comisión Turismo y de Infraestructura); además de Raimundo Canquíl, Ivette Cheyre y Patricio Bustamante. El vicario episcopal Rodrigo Arriaga, junto a representantes de la Iglesia Católica, también fueron parte de la citada actividad.

DETALLES
Sobre el contrato de usufructo, el alcalde Javier Muñoz, indicó que “contempla el uso de todo el espacio donde está las ruinas de la Iglesia San Francisco, donde está la gruta, las oficinas administrativas, la casona que había y que en algún momento determinado un privado intentó hacer un proyecto de local de restaurante y nocturno. Todo ese espacio se entrega a la Municipalidad por parte del Obispado”. En cuanto a los objetivos que tiene el municipio al acceder a estos terrenos, el jefe comunal sostuvo que “el propósito es desarrollar dos proyectos que tienen miradas similares: uno recuperar este espacio que en algún momento determinado se intentó llamar Pub Catedral, y desarrollar ahí un proyecto para tener las oficinas de Turismo de la Municipalidad de Curicó. Segundo, habilitar este espacio de la Iglesia San Francisco, parte de sus ruinas y gruta, con el propósito de incorporarlo dentro de una visita patrimonial en torno a lo que hemos denominado como turismo religioso, que hoy día contempla la visita a varios templos de la comuna de diferentes denominaciones”. “Queremos rescatar ese vínculo y esa historia, relevarla y ponerla en conocimiento de las nuevas generaciones, porque claramente aquí hay mucha historia detrás de estos muros”, enfatizó Muñoz