Recalcan que docente detenido por delitos sexuales “manipulaba psicológicamente” a sus víctimas

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Una de las apoderadas dio a conocer mayores antecedentes del caso, manifestando su conformidad respecto a la detención del docente.

Testimonio de apoderada. Señaló que, como apoderados, esperaban que el docente fuera detenido, incluso “mucho antes”, recalcando la necesidad de que “pague” lo que corresponda por el daño que generó.

CURICÓ. Resguardando su identidad, una de las apoderadas de las víctimas del ahora profesor formalizado por delitos sexuales, accedió a compartir mayores antecedentes respecto a dicho caso, que no ha pasado para nada desapercibido a nivel local e incluso nacional. Señaló que, como apoderados, esperaban que el docente fuera detenido, incluso “mucho antes”, recalcando la necesidad de que “pague” lo que corresponda por el daño que generó “durante tanto tiempo”. Recalcó que el profesor “manipulaba psicológicamente” a las víctimas, en este caso, sus alumnas, “regalándole cosas” (dulces, chocolates, almuerzos) o bien “haciendo preferencias en notas”. Además, a algunas de ellas, les ofrecía clases particulares en su domicilio. “Nuestras niñas estaban vulnerables y querían mucho a ese profesor. Lo estimaban, lo adoraban, era como su ídolo, porque él se decía ser su amigo”, dijo. Incluso en lo personal, en el caso de su hija, de 12 años, el docente le regaló un “chip” de celular para su cumpleaños, con un plan, el cual “él se lo pagaría”. “Yo en su momento lo hablé con el colegio, que encontraba excesiva la confianza del profesor”, dijo. Se trata, recalcó, de una persona que “sabe cómo manipular a las personas”. “Manipuló tanto al director, a colegas, a profesores y a medios”, recalcó.

CARTA
La apoderada agregó que “las niñas no hablaron” de lo que les estaba pasando con sus padres “por el miedo a no ser escuchadas”. Por lo mismo, optaron por escribir una carta, de la cual tomó conocimiento el colegio. Aquello fue la “chispa” que, en definitiva, hizo “detonar” el caso, primero con la desvinculación del profesor y luego con la denuncia a los organismos pertinentes. “Había indicios, se hablaron con el colegio, pero el colegio no determinó nada, hasta que las niñas hablaron con la psicóloga (…) Los niños no se tocan, no puede estar una persona así libre”, subrayó.