Alegría entre vecinos tras instalación de reductor de velocidad en avenida O’Higgins

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Tras la instalación del reductor de velocidad, los vecinos esperan que los accidentes en el sector sean solo “un mal recuerdo”.

Municipio respondió a petición. Corresponde a un anhelo que desde hace varios años había sido expresado por la comunidad, ya que se trata de una zona que ha concentrado una larga lista de accidentes de tránsito.

CURICÓ. Hasta que resultó. Con alegría recibieron los vecinos del sector, la instalación de un reductor de velocidad (popularmente conocido como “lomo de toro”) en la avenida O’Higgins, a pocos metros de una curva justo frente al Mall Curicó.

Corresponde a un anhelo que desde hace varios años había sido expresado por la comunidad, ya que se trata de una zona que ha concentrado una larga lista de accidentes de tránsito, muchas veces con personas lesionadas de gravedad, teniendo en común, entre otros factores, el exceso de velocidad. Varios de aquellos accidentes fueron expuestos en este medio de comunicación, dando además cabida, precisamente a los requerimientos de quienes residen en aquel sector.

Un equipo de diario La Prensa se trasladó hasta el citado punto, reuniéndose con Claudia Silva Escobar, vecina de la villa San José. “Cada semana ocurrían accidentes y solo gracias a Dios no se han visto consecuencias fatales. Por eso necesitábamos esto. La idea no era tener que esperar a que poco menos alguien falleciera para que se hiciera algo”, dijo.

ALTA VELOCIDAD

Si bien en aquel punto de dicha arteria, en el papel, la velocidad máxima permitida es de 30 kilómetros por hora, a raíz de las características de la calzada, en general, los conductores “pisaban el acelerador”, sin sopesar las consecuencias de aquel accionar.

“Lo cierto es que tomaban la curva con mucha velocidad, y a la clínica San Patricio le tocó muchas veces tener que arreglar su frontis, tras choques que se escuchaban muy fuertes. No entiendo como no falleció nadie antes. Los postes del sector también los pasan chocando”.

Sobre el reductor de velocidad, señaló Silva que “lo último que se nos dijo fue que producto de la pandemia no había materiales ni gente para trabajar. La idea fue insistir e insistir, gestionar con los vecinos, hasta que se pudo concretar. Sin ellos, no habríamos logrado esto. De igual manera, yo le doy las gracias al alcalde, Javier Muñoz, para que por fin se instalara este lomo de toro, que, si bien es provisorio, ya existe el compromiso para que más adelante sea uno ya definitivo”. 

PLAZOLETA

Aprovechando la oportunidad, Claudia Silva contó que, junto a otros residentes del citado sector, en particular, quienes cuentan con domicilio en el pasaje José de Maturana, están trabajando para darle vida a una junta de vecinos. De hecho, casi la mayoría de ellos están reunidos en un grupo de WhatsApp, donde comparten sus inquietudes. Independiente a ello, tal como lo que sucedió con el ahora instalado “lomo de toro”, ya cuentan con varias “metas” por cumplir.

Una de las principales es poder “recuperar” la plazoleta del sector para los propios vecinos, considerando que se ha tornado en un espacio “inseguro”, que incluso es utilizado por personas para consumir droga.

“Queremos ver la posibilidad de hermosear la plazoleta, que tenga más iluminación. Hay un cartel que es claro, dice que al pasaje José de Maturana solo pueden ingresar vehículos de residentes, pero hay mucha gente que viene al mall, que estaciona su auto acá, destruyendo el pasto. Algunas veces, los autos se estacionan justo en la bajada que hay para personas minusválidas. Tenemos la idea de que se pueda cerrar el pasaje, dejando una puerta solo para peatones”, subrayó.