Organizaciones animalistas piden justicia por asesinato de perritos comunitarios

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“Mona” fue envenenada en el sector de Sarmiento. Sus cuidados estaban en manos de fundación Paticorta.

Historias. Si bien la Ley 21.020 contempla su existencia, se presenta un alto porcentaje de personas que no está de acuerdo con ellos.

Texto: Cyntia Lemus Soto, fundadora de fundación Paticorta.

CURICÓ. “Mona” no salía mucho de su casa ubicada cerca de la avenida principal de la localidad de Sarmiento. Le gustaba estar protegida y no exponerse a los peligros que implica vivir en la calle. Pero un día, una persona le ofreció comida envenenada y ese fue su fin. Al igual que “Mona”, son varios los perritos comunitarios que viven en diversas ciudades de nuestro país. Estos son cuidados por vecinos y organizaciones animalistas, los que no solo les proveen de agua y comida, sino que además se preocupan de esterilizarlos, vacunarlos y desparasitarlos. Si bien la Ley 21.020 contempla la existencia de los perritos comunitarios, estos no siempre son bien acogidos por los vecinos de sectores poblacionales y, en algunos casos, son envenenados  y asesinados cruelmente, porque simplemente les molesta su presencia. Esto es lo que sucedió con “Mona” en la ciudad de Curicó y con “Caballita” y “Viejito”, los que fueron desaparecidos y luego hallados muertos en Valdivia. “Lamentablemente existe una mala percepción de los perros comunitarios por parte de la comunidad, lo que ha hecho que estos sean maltratados”, indicó la concejala e integrante de fundación Paticorta, Paulina Bravo, quien mencionó además, que son varios los canes asesinados en el país y, en el caso de Curicó, existen denuncias al respecto. “Durante el último tiempo, se ha generado un incremento de reclamos por la presencia de perros comunitarios en los sectores poblacionales. Esto porque algunas personas los tildan de agresivos”, enfatizó.

CHOLITO
En el caso de la comuna de Curicó, fundación Paticorta cuida y protege a varios perritos comunitarios. Muchos de los cuales han muerto, porque eran muy viejitos y otros, han sido adoptados. En el período de pandemia, hubo alrededor de 10 canes en esta situación en el centro de la ciudad de Curicó. Varios fueron adoptados y otros murieron, como “Tribilín” y “Viejito”. En la actualidad, “Cholito” es el único que permanece en el centro de esta urbe. Tiene su casita afuera de la sede de la Universidad Católica del Maule (UCM), la que se ubica en calle Prat. Este negrito tiene alrededor de 10 años y es muy regaloneado por los alumnos de este plantel educacional. Pero también genera molestia a algunas personas y su casita ha sido robada en dos oportunidades. También existen otros canes en esta misma situación en sectores como Víctor Domingo Silva, Sarmiento y en calle O’Higgins. Estos últimos son cuidados por una persona que fue notificada por inspectores municipales para que los sacara del lugar, lo cual no se hizo efectivo, ya que los perritos habitan desde hace muchos años este sector y, por la edad que tienen, no son susceptibles de ser adoptados. 

“Cholito”, perrito comunitario que habita fuera de la sede de la UCM-Curicó, es muy querido por los alumnos del plantel educacional.

LEY
Con respecto a lo que establece la “Ley Cholito” a los perritos comunitarios, la abogada Antonieta Rojas González, expresó que estos canes no solo deben ser alimentados y recibir cuidados básicos, sino que también atención veterinaria. “En el caso de los perritos asesinados en la ciudad de Valdivia, estamos frente a un comportamiento que reviste carácter de delito. Y ante lo cual, debieran haberse hecho las denuncias ante Carabineros, tribunales o la Policía de Investigaciones (PDI)”, indicó la profesional, quien mencionó además que se requiere mayor empatía y sensibilización por parte de las personas. “Falta un cambio de conciencia por parte de la comunidad y, en ese sentido, se requiere mayor sensibilización y educación. Ambas materias son reguladas por esta misma ley”, concluyó Rojas.