Sociedad de Escritores y Escritoras de Chile. La curicana, quien asumió recientemente este cargo, se refirió a lo que será su labor y los desafíos en el área.
De hablar pausado y tranquilo, en tono no muy alto, con una personalidad serena. Así es la curicana Isabel Gómez, quién lleva décadas en Santiago, donde desarrolló con todo el ímpetu juvenil su destacado oficio literario, que la ha llevado a codearse con los principales escritores chilenos de los últimos tiempos, junto con ingresar, dados sus afanes de gestión y promoción de las letras, a la noble e inveterada Sociedad de Escritores de Chile (SECH), que agrupa a una gran cantidad de poetas y escritores y que en su existencia grandes figuras literarias han pasado por sus filas y `por su directiva.
Para hablar del futuro de la SECH, de lo que viene y un poco sobre los planes en su nueva gestión presidencial gremial, entrevistamos brevemente a Isabel, quién guarda un gran cariño por Curicó, por sus literatos y por la memoria de lo que fue el Taller Literario Orlando González Gutiérrez.
¿Qué significa para usted asumir como presidenta de la SECH a nivel nacional?
“Primero una tremenda responsabilidad, el continuar por la senda que han marcado escritoras y escritores que me precedieron y por quienes guardo una profunda admiración. Por nombrar solo a algunas, señalo a tres mujeres que estuvieron a cargo de la dirección de la casa del escritor como lo fueron Marta Brunet, Isabel Velasco y Carmen Berenguer; de ellas aprendí la importancia de estar reunidas en torno a una organización que ha contribuido enormemente a la historia cultural de nuestro país, en el entendido que la cultura es un derecho fundamental que debemos defender y propiciar en todas las instancias formativas”.
¿Qué desafíos o metas tiene la SECH a futuro, a grandes
rasgos?
“Continuar bregando, con todos los organismos de las culturas, por el incremento en el presupuesto para el sector, de la misma forma avanzar en el Estatuto de trabajador cultural y el nuevo proyecto sobre la Ley de Patrimonios. Estos puntos están señalados en el programa de cultura del actual Gobierno y queremos, desde nuestro rol, continuar siendo incidentes para que esto se concrete. En el plano local, queremos seguir avanzando en la descentralización, otorgándole un papel protagónico a las filiales, mediante una articulación directa en la concreción de proyectos que debemos trabajar en conjunto. De la misma forma, abogamos por la concreción en la anualidad del Premio Nacional de Literatura, iniciativa que ya fue aprobada en la comisión de Cultura del Senado. Difundir la literatura nacional, a través de la presencia de la SECH en las ferias del libro a nivel nacional, es otro de nuestros propósitos; mantener esta política es darle presencia a nuestras socias y socios, poniendo especial interés en aquellas(os) que son autoeditados por las exiguas posibilidades de difusión que existen en nuestro país. Otro punto relevante de las propuesta de este directorio Nacional es contribuir en mejorar los índices lectores de nuestro país, hoy estamos muy por debajo de la norma y queremos ser protagonistas en impulsar tareas que vayan en la dirección de mejorar esos índices”.
La presidencia de David Hevia junto a su equipo le dio mayor presencia nacional a la SECH, ¿Qué hará usted para seguir en esa línea?
“David Hevia hizo una excelente gestión como presidente de la SECH, no solamente en esa área que tú señalas, sino en la visibilización de la SECH en espacios donde no teníamos mayor presencia e incidencia en la toma de decisiones; el trabajo que realizó al vincularse directamente con las diversas comisiones de trabajo que se crearon a partir de la gestión del MINCAP le dio la posibilidad de llevar la voz de las y los escritores con el propósito de ser contribuyentes en nuevas iniciativas que en esos espacios gubernamentales se estaban desarrollando. Nuestra intención como directorio nacional es continuar por esa senda ya trazada, por ello ya creamos las comisiones de trabajo, designando responsabilidades a cada uno de los integrantes del nuevo directorio nacional”.
¿Algo que recuerde y extrañe de Curicó, su ciudad natal?
“Mi familia en su gran mayoría vive allá, me gustaría verlos más seguido, pero el trabajo no me permite viajar todo lo que yo quisiera, lo hago cada vez que puedo. Extraño los encuentros familiares, a mis padres y uno de mis hermanos, que si bien es cierto ya no están, viven en nuestra memoria emotiva y en nuestros corazones por siempre. Por otra, parte extraño con nostalgia a las y los amigos que conocí en el taller Literario Orlando González Gutiérrez, mi primer taller literario, guardo un profundo respeto y admiración por aquellos que continuaron ejerciendo un papel muy importante en la difusión de la literatura local, como también a través de sus obras personales, todas de un tremendo valor literario.
BIOGRAFÍA ISABEL GÓMEZ:
Cursó estudios de Pedagogía; Licenciatura en Educación y Magíster en Ciencias de la Edu-cación, en la Universidad de Los Lagos, Sede Santiago.
Ha editado ocho libros de poesía, entre los cuales destaca: Perfil de Muros, Ediciones Logos, 1998; Boca Pálida, Ediciones Logos, 2003; Dasein, Editorial Cuarto Propio, 2006; Enemiga de mí, Editorial Cuarto Propio, 2013. Los días que no Escribí, Editorial Cuarto Propio, 2019.
Es coautora de las Antologías, El Lugar de la Memoria, Editorial AYUN 2007 y Voces de la memoria. Centenario en el bicentenario. Antología de poetas y narradores latinoamericanos, Editorial Cuarto Propio 2012.
Su obra ha sido difundida en numerosas antologías y diccionarios, tanto en Chile como en el extranjero. Destacamos: Literatura Chilena de fines del Siglo XX, Maximino Fernández, Editorial Don Bosco S.A. 2002; Antología de la poesía Chilena, Mago Editores 2005; Antología de poesía contemporánea. Fértil Provincia, Fondo Editorial Casa de las Américas, 2008; Antología de poesía chilena III, Editorial Catalonia, 2018; entre otras. En 1995 fue premiada en el Concurso de Becas, convocado por la Sociedad de Escritores Noruegos y Sociedad de Escritores de Chile.
En 1997 recibió el premio Pablo Neruda.