Familias de Acogida: Resguardando los derechos de niños y adolescentes

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Son diversas las actividades de difusión que se ejecutan en la provincia de Curicó.

Con el apoyo de Mejor Niñez. Según el director del citado programa en Curicó, Patricio Abello, la idea es que “puedan permanecer bajo cuidados familiares y se resguarden todos sus derechos”. 

CURICÓ. Con el fin de entregar un núcleo familiar estable a niños desde los cero años y adolescentes, cuyos derechos se encuentren vulnerados; se está ejecutando el programa Familia Escogida Especializada (FAE). Este cuenta con el apoyo de la iglesia Adventista y el programa Mejor Niñez. “Nuestro objetivo es garantizar que los niños y adolescentes puedan permanecer bajo cuidados familiares y se resguarden todos sus derechos”, indicó Patricio Abello, director del programa FAE Curicó 1, quien mencionó además que es relevante entender que esta acogida es por un determinado período de tiempo; luego de ese período, el Tribunal de Familia determina si el menor retornará a su familia de origen o será sujeto de adopción. “Somos mandatados por los Tribunales de Familia existentes en la provincia. Ellos derivan a los niños y a sus grupos familiares a diversos programas, entre los cuales se encuentra el que nosotros ejecutamos”, aseveró el profesional.

ACOMPAÑAMIENTO
Esta iniciativa trabaja en la captación y evaluación de familias de acogida, las que no tienen un lazo consanguíneo con el niño o adolescente, pero tienen las ganas de ayudar a alguno de ellos por un lapso de tiempo determinado. “En ese sentido, es una medida distinta a la adopción, ya que esta es permanente. Nuestro trabajo es acompañar a las familias de acogida durante todos los procesos y asegurar que los puedan acoger de buena manera”, precisó. Para Abello, es importante que los niños no concurran a una residencia, sino que permanezcan bajos los cuidados de una familia de acogida. Esta puede estar compuesta por un hombre o mujer solteros, o que vivan con sus padres. “Nuestra misión es buscar familias para evitar que estos niños deban ir a programas residenciales. De acuerdo a diversos estudios, es muy complejo que los menores de edad pasen por ese tipo de iniciativas y, por lo tanto, trabajamos por encontrar núcleos familiares”, añadió.

CAPTACIONES
Adelaida Guerra es la encargada de motivar a las personas para que ayuden en este proceso en que los niños y adolescentes están a la espera del dictamen judicial para ver si vuelven a sus familias de origen o son susceptibles de ser adoptados.
“Mi trabajo se orienta a reclutar a familias de acogida en la provincia de Curicó. Y para eso, nos trasladamos a distintos lugares”, precisó Guerra; quien agregó que también se realiza un fuerte de trabajo de difusión a través de los medios locales.
“La idea es llegar a la mayor cantidad de personas para que sepan que existe este programa y pueda formar parte de el”, aclaró. Al momento de hacer captaciones de las familias, se consideran las capacidades de estas. Y se incorporan los requerimientos de estas, si prefieren a un lactante o un menor de más años. “La espera no suele ser superior a un mes, incluso pueden ser algunas semanas”, manifestó el director del programa FAE; quien mencionó que durante este lapso se capacita a las familias en aspectos transversales y específicos. Quienes estén interesados en participar en esta iniciativa, deben contactarse a las redes sociales del organismo en Instagram. También se pueden dirigir a las dependencias de este organismo, las que se ubican en Villota #6, y Chacabuco #567, comuna de Curicó.

TESTIMONIO
Marcela ha sido familia de acogida en dos oportunidades. En esta segunda ocasión, se hizo cargo de una bebé de 20 días de vida, quien ya lleva dos años con ella. Se espera que dentro de los próximos meses, se entregue el dictamen del Tribunal de Familia respecto a cuál será el hogar definitivo de la pequeña. “Empecé a investigar sobre diversas obras sociales en las que podía participar y descubrí este programa en un canal de televisión”, planteó Marcela, quien hizo hincapié en que una de las claves para formar parte de este es aprender a soltar, entendiendo que el niño quedará en manos de otras personas. “Acompañamos a los niños hasta que el proceso judicial termina, lo que significa que pueda retornar a la familia de origen o ser adoptado. Nos hace muy feliz cuando logramos el objetivo”, concluyó.