Embalse La Jaula en el río Teno: Una necesidad ¡a gritos!

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Un lastimero caudal del río Teno que -en ciertos horarios- se desplaza muy tímidamente. En los meses venideros el escenario será peor.

Preocupación. Hace rato que en nuestra zona la agricultura viene caminando por la cuerda floja.

Con el registro final del año pasado (2022=350ml), en la cuenca del Río Teno se ha completado una secuencia de 15 años con escasez hídrica, llevándonos al plano de una sequía, cada vez más severa. Esta “conducta climática” da cuenta concreta y severa de un fenómeno de gran envergadura y larga data, que pareciera hay quienes no lo ven… o les cuesta reconocerlo, y por lo mismo faltan medidas pragmáticas que lo aborden con perspectiva de futuro.

Si bien la carencia de agua suficiente para el riego es un perjuicio transversal a la agricultura, es evidente que los pequeños productores de hortalizas o crianceros de ganadería menor son mucho más afectados, ya que, por lo general, no tienen la capacidad económica para proveerse de pozos profundos y por la temporalidad del cultivo tampoco da para establecer riego tecnificado, como ocurre en los huertos de frutales para exportación.

CAMPESINOS

“La situación de riego está muy complicada… y cada vez más complicada”, señala enfático y con tristeza, José Toledo Gómez de la comuna de Teno. Junto a él recorrimos diversos predios de su entorno, donde la escasez de agua azota más fuertemente a quienes tiene cultivos de temporada. Vimos -por ejemplo- cómo un maizal está muy afectado por el riego insuficiente, ello implica un crecimiento irregular y consecuentemente una notable reducción del rendimiento.

Toledo luego acota: “es muy doloroso ver cómo durante varios meses el río va cargadito de agua dulce rumbo a la playa, sin tener como guardar al menos un poco de esa agua, un 20 ó 30 por ciento, para esta época. Ahí es donde uno no entiende cómo es posible que no tengamos nuestro embalse La Jaula, no sé en qué etapa está, pero lo malo es que el avance es muy lento… ¡demasiado! Llevamos más de 10 años hablando del tema y  hasta ahora… ¡nada!”, señala.

Nos comenta también el caso de quienes se dedican a la ganadería, donde por falta de riego se quedan sin pasturas y como los canales se secan, hay que llevarle agua en tambores a los animales. Incluso en el propio hogar campesino ya no es posible -como antes- tener un par de vacunos, o caballares, unos corderos para el consumo familiar, porque no hay como alimentarlos a campo libre (habría que comprarles forraje) y el agua a veces es tan poca que tiene más sentido dedicarla a la huerta doméstica para cultivos de guarda, que son escasos o caros en invierno.

LOS REGISTROS

Cada vez llueve menos en toda nuestra zona centro-sur, los niveles de precipitaciones que antes considerábamos normales son cosa del pasado (irreversiblemente, al parecer). Con los ajustes de escala para nuestra zona en solo tres años se han rebajado de nuestro parámetro más de 100 milímetros (Meteochile junio 2017 y enero 2021), lo que por cierto no es más que la necesaria adecuación estadística a una dura realidad que obliga a tomar medidas, porque se está haciendo “habitual” que durante el año llueva solo poco más del 50% de lo esperado.

MEDIDAS

En su última Circular a los regantes, la Junta de Vigilancia del Río Teno, ha expuesto una proyección de los caudales que estimativamente estarán disponibles para lo que resta de esta temporada de riego (ver recuadro); definitivamente son cifras alarmantes. Desde febrero en adelante el máximo por regador alcanzaría a solo 4 l/s (cuatro litros por segundo), mientras que en el mes de abril, hacia el cierre de la temporada, con suerte habrá agua para la bebida animal. Por ello es importante tomar conciencia y adoptar medidas de cuidado del recurso, evitar todo derroche, ya que incluso podría llegarse a la situación de tener que decidir qué cultivo “salvar”.

Se espera que las autoridades ministeriales escuchen este clamor, porque sin un gran acumulador de agua, se mantiene la crisis de riego y los agricultores en gran parte de nuestra provincia de Curicó, continuará caminando por la cuerda floja… Embalse La Jaula, una necesidad a gritos… ¡qué duda cabe!