Salinas de Cáhuil, tradición y patrimonio de un oficio ancestral

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En la región de O´Higgins se encuentra este lugar, donde se extrae la sal que proviene del Océano Pacífico. Por haber mantenido esta antigua labor desde tiempos de la colonia, el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes calificó a los salineros de Cáhuil, en el año 2011, como “Tesoros Humanos Vivos”. 

A unos 15 Km. de Pichilemu, en el poblado de Cáhuil, se ubican las salineras, emplazadas en la ribera de la laguna homónima y que desde tiempos precolombinos se viene cosechando la sal de mar. Desde el año 2013, ésta posee denominación de origen entregado por el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (Inapi). 

Además, en la actualidad tiene un nuevo estatus: la de gourmet y el de un producto saludable y natural que en otros países es de uso extendido, en Chile seduce a los más connotados chefs. 

Este lugar se ha convertido en parada obligada para quienes visitan la zona, sobre todo en la temporada de verano cuando los salineros están en plena cosecha. Además de adquirir este sano producto natural, también  se maravillan al ver los coloridos cuarteles, los que se pueden recorrer a través de pequeños senderos de adobe. También se puede aprovechar la oportunidad para disfrutar del entorno y avistar hermosas aves como el cisne coscoroba, patos y taguas que habitan por los alrededores de las salinas.

SALITRADA O COSECHA

Más de un centenar de familias se dedican a este oficio en el sector de Cáhuil, utilizando las mismas técnicas ancestrales de hace cientos de años y que se han venido traspasando de generación en generación. 

Aquí el proceso para cosechar la sal, es bastante prolongado. Pasan meses antes que los salineros vean el fruto de su trabajo y todo comienza a fines de septiembre con el desbarre, aquí los salineros remueven el agua dulce acumulada en los cuarteles durante el invierno. El segundo paso es dejar que ingrese el agua salada al corralón que es el lugar donde se almacena el preciado líquido, para comenzar a evaporarse con el proceso de cristalización, función que dura unos 25 días.

Una vez que finaliza este último proceso, comienza la etapa de salitrada o cosecha; se apila la sal y se traslada a un lugar de secado, la cual queda almacenada por ocho días, antes de que sea envasada y dividida en partes iguales, entre el dueño de las piscinas y los salineros para ser comercializada. Este proceso comienza a fines de diciembre y se prolonga hasta fines de marzo. 

COSTA CENTRAL

Cabe hacer presente que hasta la mitad del siglo XX, había salinas en prácticamente toda la costa central de Chile. Distribuidas principalmente entre las desembocaduras de los ríos Maipo, Mataquito, Estero de Yali, Cáhuil, Río Nilahue,  Bucalemu y en las inmediaciones de Paredones.

También existieron otras salinas al norte del río Maipo, tales como las de El Tabo, Las Cruces, Los Lobos, San Rafael, Quintero y las de Pullalli en la Ligua.

Es recomendable visitar este lugar que ha mantenido esta antigua y  sacrificada labor. Un patrimonio invaluable de nuestro país, donde además se puede adquirir este producto de nuestro mar, al natural o con especias. 

Hoy las Salinas de Cáhuil y las de Lo Valdivia, son unas de las pocas que aún subsisten. Para llegar desde Pichilemu hay que tomar la ruta I-500 y recorrer 13 kilómetros hacia el sur.