Vergonzosas reacciones

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Editorial

No estamos hablando de un hecho aislado… en las últimas horas tenemos que, lamentablemente, referirnos a dos situaciones realmente vergonzosas, que no se entiende y por supuesto que no tienen ninguna justificación posible.

Nos referimos al ataque que recibió el Hospital Carlos Van Buren de la Región de Valparaíso, en su área de Urgencia. De esto, dos personas resultaron detenidas. Según la información entregada por Carabineros, hasta el recinto llegaron dos personas y una de ellas estaba “supuestamente inconsciente”, quien se levantó de la camilla para romper sillas y ventanales.

Alrededor de 15 guardias del hospital intentaron detener el ataque mientras que ambos agresores fueron detenidos por personal policial.

Acercando este tema al Maule, durante la noche del lunes, a eso de las 21:30 horas, un hecho similar se produjo en el Cesfam Curicó Centro, ubicado en avenida Freire de esta comuna,  hasta donde llegó un sujeto que exigía atención y que reaccionó violentamente porque no había una respuesta a su requerimiento. Con esto, algunos funcionarios le explicaron que estaban realizando labores vitales a un paciente crítico, por lo que le pidieron un poco de paciencia y comprensión. La reacción del sujeto fue agredir al personal de manera física y verbal; y luego de salir del recinto lanzó piedras con las que quebró algunos vidrios. Al igual que lo que pasó en Valparaíso, el sujeto fue detenido.

Estos dos hechos son ejemplo de la violencia con la que actúan algunas personas, son actos reprochables y que no se entienden; y que lamentablemente no son hechos aislados.

Resultan especialmente repudiables este tipo de actos en contra de funcionarios de la salud y a recintos de este tipo, sobretodo por el trabajo que han venido realizando durante más de un año en la lucha contra el Covid-19.

Afortunadamente, las personas involucradas en estos hechos fueron detenidas y es de esperar que la Justicia pueda determinar sus responsabilidades en los actos denunciados. De ser responsables, tendrán que cumplir con las respectivas sentencias. Por ahora, por lo menos, están recibiendo el repudio social frente a hechos que van en contra de toda lógica.