Delaida Ponce: “El comercio de Licantén está por el suelo”

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Gran parte del comercio establecido de Licantén se ha visto gravemente afectado.

Presidenta de la Cámara de Comercio. Reconoce que, en lo inmediato, muchos de quienes integran el comercio establecido, han indicado “no sentirse en condiciones para nuevamente ponerse de pie”.

LICANTÉN. En contacto con diario La Prensa, la presidenta de la Cámara de Comercio de Licantén Delaida Ponce Muñoz profundizó respecto al más que complejo momento por el que atraviesa la mayoría de los comerciantes establecidos de la citada comuna, esto tras la nueva inundación que se presentó producto del desborde del río Mataquito.
Cabe recordar que el pasado 24 de junio, dicha comuna ya había sufrido una situación de similares características, aunque no de la magnitud de la más reciente. “Hay gente que lo perdió todo. A la calle Lautaro entró dos metros de agua, entonces perdieron maquinaria, perdieron enseres. El comercio de Licantén está por el suelo. El pueblo está muy destruido”, nos indica de entrada Ponce.

INCERTIDUMBRE
En su gran mayoría, corresponde, dice la dirigente, a comerciantes que “estaban volviendo de a poco, quizás no con la cantidad de cosas que tenían antes”. Tras el nuevo golpe, Ponce reconoce que en lo inmediato muchos de quienes integran el comercio establecido, es decir, quienes “pagan sus patentes, que pagan su arriendo” han indicado “no sentirse en condiciones para nuevamente ponerse de pie”. “Al principio, muchos dicen no, ya no vuelvo, hasta aquí llegamos, pero después ya con la cabeza más fría piensan y dicen, ‘pero si es tu fuente de trabajo, es tu única fuente de ingreso, tengo que volver’. Te estoy hablando de personas que en general son comerciantes pequeños, hablo de mecánicos, panaderías, tiendas de ropa, fueron muy pocos los negocios que por así decirlo se salvaron”, recalca.
Uno de los espacios que de manera pública ya ha confirmado su cierre definitivo es el supermercado El Nuevo, lo que implicará dejar a todos sus trabajadores en la cesantía. Daños estructurales en el recinto y la pérdida casi total de la mercadería explican aquel escenario.

AYUDA
Otro detalle que está siendo notorio está relacionado al tema del arribo de ayuda, la que, en comparación a la inundación anterior, dijo Ponce, ha sido “más lenta” y con una “menor cantidad de personas” que se ha trasladado hasta dicha zona. “La vez anterior llegó mucha ayuda, mucha gente a limpiar y ahora la ayuda está escasa. Quizás es por los días de semana, me refiero, gente de afuera de otras comunas, porque esta vez, también están las otras comunas afectadas”, acota. 

LENTITUD
Por ahora, el panorama no es para nada alentador, por lo mismo, Ponce dice entender la postura de quienes “lo han perdido todo”, más aún cuando se trata de espacios que a la fecha siguen “llenos de barro”. “Han estado algunas autoridades. Te dan ofrecimientos de algunos beneficios, pero hay que esperar 90 días. Tú en 90 días cómo te paras. Imagínate que aún no llegan los beneficios que ofrecieron la vez anterior, todavía no llegan. Entonces está lenta la cosa. Por eso los comerciantes están bastante molestos. Ahora prácticamente estamos solos”, cerró.