Detalles. Los 39 puntos que ha sumado Curicó Unido, la distribución de una revista, los lienzos en la tribuna popular, entre varios otros puntos, marcaron el fútbol en La Granja el pasado fin de semana.
Por Rodrigo Orellana Salazar, periodista
CURICÓ. Curicó Unido le ganó a la “U” en La Granja como no sucedía desde 1989. Este equipo que dirige el histórico Damián Muñoz sigue escribiendo trascendentales capítulos en la historia del club y lo puede seguir haciendo, pues parece estar al borde de asegurar un cupo para jugar un torneo continental. 39 puntos suma el Curi en 22 partidos jugados, llegando a 11 partidos ganados, seis empatados y cinco perdidos, en la que es a la fecha la mejor campaña albirroja en Primera División. Finalizados todos los duelos, la derrota de Ñublense anoche ante la Unión Española dejó al Curicó, por diferencia de goles, en el segundo casillero, tras el lider Colo Colo. Se viene esta semana de Copa Chile con juegos el miércoles y domingo frente a Deportes Antofagasta, y luego el rival será Palestino, otro protagonista del campeonato chileno en uno de los partidos destacados de la fecha 23.
MÁS ALLÁ DEL TRES A UNO
El partido del pasado fin de semana entre Curicó Unido y la Universidad de Chile en el estadio La Granja, dejó una serie lecciones, buenas y malas experiencias y visiones más allá del rectángulo verde. En la previa, en los alrededores del estadio un fuerte contingente policial cortó los accesos al recinto, implementándose un efectivo control de los asistentes, mientras se vendía la edición 21 de la revista de “Curicó Unido en el Corazón”, que para este mes de agosto presentaba como atractivo un poster de Diego Coelho y un grupo de fanáticos realizaba una colecta para apoyar al hincha albirrojo, herido en el lamentable incidente con barristas de Everton. En el cerro Condell la policía motorizada corría a hinchas que llegaban a la ladera norte aprovisionados para ver el juego, mientras que en el estadio no más de seis mil personas llegaron al recinto que no logró vender la totalidad de las entradas puestas a la venta. Destacó un carro bomba tras el arco norte, la publicidad LED junto a la línea lateral oriente y la hinchada curicana con lienzos, que aludían a los sectores de la comuna con presencia albirroja: Aguas Negras, La Obra, Los Niches, Manuel Rodríguez, Vaticano, MatakoRockets (Población Mataquito), Boldo, Santos Martínez, Sarmiento y Teno Norte, eran algunas de las frases en la tribuna popular junto a otro lienzo que citaba: “La ciudad es del Curi”. En dos camionetas vans arribó el plantel curicano al estadio La Granja, en una el copiloto era el preparador físico Rodrigo Cofré y en la otra quien lideraba el buque era su partner, el técnico Damián Muñoz. Antes del pitazo inicial, quién entregó el balón al árbitro y capitanes sacándolo de una mochila de delivery roja, fue el sempiterno goleador Luis Martínez, quien se robó las miradas y primeros aplausos en La Granja.
A FONDO
Muchos aún no entraban al estadio y escucharon como la hinchada explotó al minuto y pocos segundos de juego con el gol de Leiva, en tanto el técnico de la “U”, el uruguayo Diego López reclamaba todo pisando frecuentemente la línea lateral y no respetando su demarcada zona de tránsito, incluso en la expulsión de Brun entró a reclamar al árbitro dentro del campo de juego recibiendo amonestación. En los pupitres de prensa, el curicano Ernesto Díaz Correa se llevaba las miradas por sus vibrantes relatos al aire libre, mientras que en medio tiempo, el club local brindó un aplaudido homenaje a Julio “Pony” García, afectado por una enfermedad y que llegó hasta la cancha para recibir el reconocimiento y una camiseta número “2” de regalo. La “U” lo empataba, dirigentes y funcionarios azules gritaban con todo el gol y los hinchas albirrojos las emprendieron con fuertes epítetos contra los visitantes, a quienes incluso le lanzaron proyectiles, lo que ameritó la correcta intervención del equipo de seguridad de Curicó Unido. Luego llegaría el segundo y el tercero del Curi, la banca azul quitaba los balones a los pasa pelotas para apurar el juego, ingresaba el “Pepe” Rojas como central por derecha para suplir al lesionado Bechtholdt, mientras la hinchada terminaba cantando y despidiendo a los suyos bajo una lluvia de aplausos, tal como en el 0-4 frente a Everton, premiando más que el resultado, la entrega a fondo por los colores y la fórmula ofensiva de ir al frente. Bocinazos en las calles aledañas cerraron otra tarde histórica para Curicó Unido.