Académica recomienda aprovechar días de vacaciones para leer en familia

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La lectura enriquece el mundo del niño(a) tanto en el aspecto idiomático, psicológico, cognitivo y emotivo.

Múltiples beneficios. Al momento de seleccionar un texto, se debe considerar factores como la edad, el nivel de comprensión, el tipo de lenguaje, intereses y necesidades. 

TALCA. Aprovechando los días de vacaciones, la académica de la Escuela de Pedagogía en Educación Parvularia de la Universidad Católica del Maule (UCM), Sandra Castro Berna, formuló un llamado para “leer en familia”. “Los niños(as) tienen una relación con los libros destacable, gustan de ellos por lo atractivos y divertidos que resultan, pero tienen múltiples beneficios como: favorecer el desarrollo de la inteligencia, perfeccionar la expresión del lenguaje, ayudar a la resolución de problemas, conocer datos, acrecentar su imaginación, fortalecer su personalidad, afinar su sensibilidad, y a la larga favorece la lectura y escritura en época escolar. En familia contribuye al acercamiento y generación de momentos sublimes, de involucramiento y complicidad en una lectura compartida”, dijo.
“Los libros infantiles al ser tan variados, permiten elegir obras de acuerdo a sus intereses, con relatos de aventuras que presentan dificultades y peligros a enfrentar (el vencer estimula a la perseverancia y esfuerzo), formación ética, valores y actitudes positivas claves para asumir la vida; otros para reafirmar sus identidades, cuentos populares, rondas y poesías, etc.”, acotó.

POR EDAD
A la hora de elegir un buen libro, indicó que se debe seleccionar y adaptar la literatura considerando: edad, nivel de comprensión, tipo de lenguaje, intereses y necesidades.
Respecto a la edad, el siguiente es el detalle:
-1 año: Que genere alegría, con pocas imágenes y muy simples pero que permitan la descripción, con objetos familiares, con o sin sonido, de material sensorial.
1-2 años: Que contengan temas y objetos cercanos, de corta duración, con imágenes simples, con poco argumento y que posibilite la descripción.
3 años: Relatos con personajes familiares y con valores éticos, con una buena ilustración, que permitan la participación.
4 años: Con historias que tengan situaciones a resolver, con finales agradables y triunfos del protagonista, no es necesario mucha imagen ello estimulará mejor su imaginación.
5 años: Aventuras reales, protagonistas con los que se puedan identificar, con mucha información, con valores y justicia, pueden contener imágenes mudas, diagramadas, historietas con un ordenamiento lógico en la serie de acciones.
En consecuencia, dijo Castro, la literatura infantil no solo es fuente de placer y recreación, sino que enriquece el mundo del niño(a) tanto en el aspecto idiomático, psicológico, cognitivo y emotivo.