Más de 26 mil familias viven allegadas, hacinadas o en viviendas irrecuperables

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Estudio de Déficit Cero y el Centro de Políticas Públicas de la U. Católica. En la zona hay ocho campamentos, donde viven 114 familias, lo que la posiciona como la región con el menor número de hogares que viven en esta situación.

TALCA/CURICÓ. En la Región del Maule hay 26.374 familias que hoy no pueden acceder a una vivienda adecuada, de ellas, casi 3 mil habitan viviendas irrecuperables, 12.888 viven allegadas y más de 10 mil están hacinadas. Esto de acuerdo al estudio “Análisis Territorial del Déficit Habitacional”, realizado por Déficit Cero y el Centro de Políticas Públicas de la Universidad Católica que da luz a datos más detallados sobre la falta de vivienda en todas las regiones del país.

De acuerdo a Enrique Matuschka, coordinador de gestión territorial de Déficit Cero, señaló que en la región se da una particularidad, y es que, si en el país cerca de un 7% de las viviendas son irrecuperables, en el Maule esto llega al 11%, por lo que tienen una mayor proporción de familias en esta situación.

En esa línea, Matushcka remarcó que es necesario que al momento de pensar en soluciones habitacionales, “se vea la particularidad de cada región y que los distintos actores, como municipios, Gobierno Regional, organizaciones y empresas privadas, trabajen coordinadamente para responder a las distintas necesidades que existen”.

LA REGIÓN CON MENOS FAMILIAS EN CAMPAMENTOS

De acuerdo al último catastro de Techo-Chile y Fundación Vivienda, de 2021, el Maule es la región con el menor número de familias en campamentos, alcanzando los 144 hogares. En total, en la zona hay 8 asentamientos de este tipo, ubicados mayoritariamente en Constitución. Por otro lado, se ha observado una disminución de campamentos de un 27,3% a un 25% de acuerdo a la información del catastro del 2019 del Ministerio de Vivienda y Urbanismo y el de Techo-Chile.

Por otro lado, en la región hay 821 hogares en situación de calle, lo que la posiciona como la única región del país donde los hogares que viven en esta situación superan a los que viven en campamentos.

Respecto a esta situación, Paz Zúñiga, coordinadora de investigaciones territoriales de Techo-Chile, señaló que “hay que considerar las dificultades que atraviesan las personas que viven en precariedad habitacional en lugares donde las condiciones climáticas además son inhóspitas. Por eso, recalcamos que las soluciones habitacionales deben ser pertinentes a las necesidades particulares de las familias y los territorios.”

Por otro lado, Claudio Nitsche, vicepresidente de la Cámara Chilena de la Construcción indicó respecto a la crisis habitacional que “no podemos perder el foco de que afecta a todas las regiones, son casi 650 mil soluciones habitacionales las que se necesitan y se necesitan en un plazo razonable. Es por esto, que esta maratónica tarea no puede realizarse solamente por un organismo: Estado, el mundo privado y las instituciones y sociedad civil debemos trabajar coordinados para cumplir el compromiso de encontrar los mecanismos y los medios que permitan proponer una política habitacional que perdure en el tiempo y, sobre todo, que permita lograr el desafío de terminar con esta urgente falta de viviendas que enfrenta el país. En resumen, tiene que convertirse en una política de Estado y no en un programa de gobierno”.

Dominique Keim, coordinadora de Investigación Aplicada del Centro de Políticas Públicas UC sostuvo que a raíz de que el déficit no se distribuye ni compone de forma homogénea en el país ni en las regiones “estos datos muestran también que existe una alta heterogeneidad en las características de las familias que requieren una vivienda, lo que implica que para abordar de manera correcta este problema se necesita conocer información detallada, que conduzca a diseñar respuestas pertinentes al territorio. A su vez, hay comunas y zonas específicas que concentran un alto déficit habitacional; saber dónde están esos requerimientos es fundamental para orientar los esfuerzos”.