Fundación Sida Maule entrega recomendaciones

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Para eliminar prejuicios y acabar estigmatización. Vocero de la entidad regional, Alberto Inzulza, sostuvo que resulta fundamental aportar con las herramientas necesarias de difusión, que permitan avanzar en esta materia y terminar con cientos de prejuicios y mitos que se generan en torno al VIH.

TALCA. Desde el año 2013 la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) estableció el 1 de marzo de cada año como el “Día de la No discriminación”, con la intención de crear conciencia respecto a la importancia que tiene el que las personas puedan vivir una vida plena y en dignidad. A partir de 2014 Onusida se sumó a este llamado a través de la conmemoración del día  de la “Cero Discriminación” que este año tiene como lema “Eliminemos las leyes que perjudican, creemos leyes que empoderan”.

En tal sentido el vocero de Fundación Sida Maule, Alberto Inzulza, sostuvo que resulta fundamental aportar con las herramientas necesarias de difusión que permitan avanzar en esta materia y terminar con cientos de prejuicios y mitos que se generan en torno al VIH.

“Muchas personas con VIH han visto vulnerados algunos de sus derechos fundamentales, como el acceso a seguros y prestaciones sociales, así como a oportunidades de trabajo. El estigma que sufren las personas viviendo con VIH, constituye un obstáculo para el acceso a los servicios de salud que permitan un adecuado diagnóstico y tratamiento”, enfatizó.

Inzulza agregó que la discriminación que sufren las personas que viven con VIH, obstaculiza que quienes han tenido actividades de riesgo de adquirir el virus se hagan la prueba y en caso de resultar positiva, acudan a los centros de salud, donde se les deben proporcionar los medicamentos necesarios. 

“Esto es grave si consideramos que estos medicamentos ingeridos de manera correcta, logran disminuir la carga viral hasta niveles indetectables, de manera que, aunque el virus siga presente en el organismo, disminuye radicalmente la posibilidad de que el VIH sea transmitido a otras personas, la educación sobre el tratamiento es clave”, explicó.

ESTIGMA

El vocero fue enfático en señalar que este tipo de estigma y discriminación suele darse en diversos ámbitos de la vida social que contemplan desde el círculo familiar, entre amigos y en parejas, en los servicios de salud por parte de todo el personal o proveedores de la atención médica, en medios de comunicación, y en los espacios donde se desarrollan las políticas públicas nacionales. 

“Además esto suele intensificarse en situaciones de desastres humanitarios y en entornos de emergencia. Un ejemplo actual de esto podría identificarse en el impacto que ha tenido la Covid-19 en personas seropositivas. Al principio de esta crisis sanitaria, una parte de la población se abstuvo a usar servicios de salud en medio de la pandemia, por temor a ser discriminados o categorizados como pacientes de alto riesgo  por vivir con VIH o por sentir que la confidencialidad de su diagnóstico no sería respetada”, puntualizó.