Una razón de vergüenza colectiva

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En medio de la situación crítica que presenta la provincia de Curicó, en el marco de la pandemia por el Coronavirus y que ha ido manteniendo altas cifras de contagios por el Covid-19, se hace preciso un nuevo y reiterado llamado a una toma de conciencia responsable y reflexionar sobre el porqué no hemos podido salir del deprimente estado de confinamiento sanitario que implican, semana tras semana, las sucesivas cuarentenas.

Cada día que pasa vemos con pena, rabia e impotencia, cómo las cifras no nos favorecen en absoluto y debería haber un sentimiento de “vergüenza colectiva”.

Puede parecer irónico el ver que en las redes sociales hay muchas vecinas y vecinos que expresan, su malestar por todo este cuadro tan negativo y hasta hay gente que incluso hace sugerencias para revertir este panorama y hasta opinan acerca de medidas que podrían ayudar  como, por ejemplo, que en los taxis colectivos se dé cabida solamente a tres pasajeros a fin de evitar los contactos tan estrechos; que se haga una permanente sanitización medioambiental; que se hagan controles sanitarios más frecuentes y estrictos.

En Curicó no se han denunciado tantas “fiestas clandestinas” como las detectadas en otras ciudades del país y entonces, habría que preguntarse dónde pueden darse las circunstancias para que surjan tantos casos nuevos, con decenas de contagiados.

Ya se sabe que lo de la “trazabilidad” es un tema que tiene perfiles casi misteriosos y que se escapan al quehacer permanente de las autoridades del ámbito de la prevención y la seguridad, en la salud.

Por lo que se ha dicho, la situación en las diferentes empresas (construcción, fruticultura, comercio, etc.) parece estar razonablemente controlada y habría que presumir que es en lo social e interfamiliar, donde pudieran estar las mayores probabilidades de nuevos contagiados.

Por imaginar un caso equis: Una anciana que vive sola es asistida por una empleada –que es asintomática– y que, involuntariamente, le transmite el virus. Poco después esa anciana es visitada por hijos o nietos, varios de los cuales comienzan a presentar los síntomas que ya son conocidos… y así se agrandan y propagan los casos.

No hay medida preventiva que esté demás; todos debemos cuidarnos y cuidar a los demás; es una cuestión de conciencia y responsabilidad.