Especial 125 años de diario La Prensa. Ha desempeñado diferentes funciones hasta su actual rol como fotomecánico. Eso sí, nos recalca que además nunca ha dejado su trabajo como repartidor.
CURICÓ. El único lugar donde Patricio Marchant Muñoz (66 años) ha trabajado, en lo que va de su existencia en este mundo, ha sido diario La Prensa. Recuerda que llegó como repartidor, ayudando a su hermano Ernesto. Fue así como, con el paso de los años, comenzó a desempeñar diferentes funciones, por ejemplo, de doblador. Después pasó a compaginación, fundición, hasta su actual rol como fotomecánico. Eso sí, nos recalca que “hasta el día de hoy”, nunca ha dejado de repartir.
DESAFÍO
El arribo, en su momento, del sistema de impresión offset implicó, para don Patricio, un nuevo desafío. “A Jorge Paiva (vigente en el diario) se le capacitó primero, se le enseñó en ese sistema en el momento y después nosotros con Gabriel Salazar (exfuncionario) comenzamos a trabajar la parte de fotomecánica, fuimos ayudantes de Jorge. Y ahí fuimos aprendiendo poco a poco. Era todo nuevo, diferente a lo que era la tipografía, por eso para nosotros fue una experiencia bonita, pero a la vez desafiante”, recalca.
RECUERDOS
En este nuevo aniversario, los recuerdos que provienen desde la histórica ubicación de diario La Prensa, en calle Merced frente a la Plaza de Armas, dan cuenta de épocas donde el número de funcionarios era bastante mayor. “Siempre he dicho que el diario es como una familia y aún más lo era antiguamente. Uno podía relacionarse mucho con todas las personas, con los compañeros de trabajo y era un ambiente laboral muy ameno, muy bonito. Trabajar todos en un mismo lugar, en un mismo recinto, había mucha unión. Teníamos esa unidad que se requiere dentro de un trabajo”, dijo. A ello se sumaba una serie de actividades complementarias. “Siempre se jugaba mucho baby fútbol, campeonatos que el mismo diario organizaba”, acota Marchant.
AGRADECIMIENTOS
Don Patricio nos recalca que el hecho de tener un trabajo “seguro”, le dio el respaldo necesario para sostener a su familia y, por ejemplo, poder educar a sus hijos. “Yo soy un agradecido del diario, el empleador siempre ha cumplido con los pagos correspondientes, uno escucha lo que pasa en otras empresas, por comentarios de cercanos y esas cosas que a uno le cuentan, no han pasado acá. Independiente de los momentos que el diario ha tenido, han sido muy responsables. Y eso a uno le permite tener una seguridad en todo”, subraya.
A la fecha, Patricio Marchant va a cumplir 40 años de casado con Sara López Fuenzalida, a quien define como “un gran pilar y apoyo”. Tiene tres hijos, Harieth, Guillermo y Gonzalo, todos profesionales.
“Uno tiene un agradecimiento al diario, porque pude darle educación a ellos. Es como un trabajo terminado”, dijo. La familia siguió creciendo, con la llegada de tres nietos.
Al cierre, don Patricio nos subraya que, a pesar de haber comenzado a trabajar desde su infancia, “no se siente cansado”. En tal contexto, como su “ánimo es bueno”, prefiere “mantenerse activo”, cerrando por ahora la puerta a un eventual retiro.