Cautelar. Imputado quedó en prisión preventiva por ser considerado un peligro para la seguridad de la sociedad.
CURICÓ. El crimen se produjo el 28 de diciembre pasado, en un inmueble abandonado ubicado en avenida Sarmiento sin número, en las cercanías de una vieja estación de trenes. En ese lugar, Michael Francesco Pavez Espinoza, de 31 años, le quitó la vida a Rubén Soto Vargas, de 49, hombre que vivía en situación de calle y que era muy querido en la localidad.
Tras compartir varios tragos, el acusado agredió a su víctima para robarle una tarjeta bancaria con la cual giró 600 mil pesos desde cajeros automáticos e hizo diversas compras en locales comerciales de Curicó, con la cuenta RUT de la víctima y dinero en efectivo por un monto cercano a los 800 mil pesos. Pavez Espinoza le pegó a Soto Vargas golpes de puño y, aparentemente, con un objeto contundente en la cabeza, lo que le provocó la muerte al día siguiente en el Hospital de Curicó tras un traumatismo encéfalo craneal y facial severo.
El jefe de la Brigada de Homicidios de la PDI de Curicó, prefecto Gino Gutiérrez, indicó que una vez conocidos los hechos se “comienzan a realizar todos las diligencias, estableciendo la identidad de la víctima, estableciendo personas que estaban en el lugar y, en base a los antecedentes, la identidad de la persona que es el imputado”.
A LA CÁRCEL
El detenido fue formalizado por el delito de robo con homicidio y el magistrado Patricio Navarro, decretó su prisión preventiva por considerarlo un peligro para la seguridad de la sociedad, fijando un plazo de investigación de cinco meses y que la medida cautelar se cumpla en la cárcel de Talca.
La fiscal Lucy Bustamante señaló que estamos ante un ilícito grave. “Establece una pena de 10 años y un día a presidio perpetuo, por lo que teníamos que pedir la prisión preventiva”, precisó.