Muestra podrá ser visitada hasta el 18 de junio en el Centro de Extensión de la Universidad de Talca, sede Curicó.
POR CYNTIA LEMUS SOTO – FOTOS: MANUEL ESPINOZA ÁVILA
CURICÓ. La larga amistad entre Víctor Jara y los fotógrafos Luis Poirot y Antonio Larrea está plasmada en diversas imágenes que conforman la muestra que se está exhibiendo en el Centro de Extensión de la Universidad de Talca.
La exposición denominada “Víctor Jara: Dos Miradas. 50 años” permanecerá abierta hasta el 18 de junio y constituye una buena alternativa para conocer más de la vida del cantautor, actor y director de teatro que fue asesinado el 18 de septiembre de 1973.
“Estamos muy contentos de visibilizar las imágenes de un hombre tan destacado en el mundo de la música y del teatro, y que forma parte del patrimonio de nuestro país”, indicó Marcela Albornoz Dachelet, directora Extensión Cultural de la Universidad de Talca, quien hizo hincapié en la importancia de esta exposición que se pudo concretar gracias al trabajo en conjunto con la Fundación Víctor Jara.
“Estamos haciendo un reconocimiento a la trayectoria de Víctor Jara y a la amistad que mantuvo con los fotógrafos Luis Poirot y Antonio Larrea”, enfatizó.
DESCENTRALIZACIÓN
Para Amanda Jara, presidenta de Fundación Víctor Jara, es muy relevante sacar esta muestra a provincias y regiones y, de esa manera, más personas conozcan la historia de su padre.
“Estamos muy contentos de estar en este centro de extensión. Consideramos de gran relevancia descentralizar el arte y apoyar la creatividad en todas las ciudades de nuestro país”, aclaró.
Junto con esto, la hija del cantautor chileno valoró el significado que tiene esta muestra que retrata la relación de amistad y complicidad entre Jara y los fotógrafos Poirot y Larrea.
“Se conocieron en el período de la universidad y luego, se volvieron muy amigos”, añadió.
LEGADO
En opinión de la directora de Extensión Cultural de la Universidad de Talca, el legado de Víctor Jara está muy presente en la actualidad. Y en ese sentido, es relevante que las nuevas generaciones conozcan más de su obra.
“Siempre está vigente en nuestra memoria. Es parte de nuestra identidad como país y, por lo tanto, es muy positivo que niños y jóvenes sepan más de su vida y la forma en que fue asesinado”, precisó Albornoz.
En tanto, Amanda Jara relevó la forma de trabajar de su papá y la mística existente en la época en que este vivió.
“Hoy, vivimos un mundo muy pragmático en el que hemos perdido la capacidad de soñar”, concluyó.