CURICÓ. Su cuestionamiento a los efectos colaterales que genera la Procesión de la Virgen del Carmen expresó la concejala Paulina Bravo, debido a la cantidad de fecas de caballos que quedan esparcidas en las calles y a la inseguridad que generan algunos jinetes que transitan bajo los efectos del alcohol.
“Este domingo se desarrolló esta actividad y lamentablemente se produjeron algunos hechos negativos, dentro de los cuales se encuentra el tránsito de los jinetes bajo la ingesta del alcohol con el riesgo que esto conlleva”, precisó Bravo; quien añadió que debiera reevaluarse este tipo de iniciativas en las que se utilizan animales.
“En mi opinión, debiera replantearse la presencia de los caballos y, en ese sentido, quizás sería bueno que los jinetes concurrieran solos”, aseveró.
Para Bravo, estamos en tiempo de cambios y muchas situaciones que antes eran parte de la cotidianeidad, ya no lo son. Y en ese sentido, sería bueno hacerse un replanteamiento en torno a esta actividad.
“De hecho, una persona resultó lesionada porque se cayó de su caballo. Esto porque estaba alcoholizada”, enfatizó.
Junto a esto, los caballos se estresan por la alta convocatoria de público y los ruidos.
“Por esa razón, estoy alzando la voz ante estos hechos que preocupan a la comunidad curicana. Y me gustaría dejar en claro que no es una crítica hacia la iglesia y sus fieles”, concluyó Bravo.