Según opina la anestesióloga. A Chile le falta una campaña más fuerte sobre la prevención de esta enfermedad.
Talca. Octubre es el “mes rosa”, pero pocos saben qué significado tiene realmente, qué hay detrás del concepto. Es el mes de la prevención contra el cáncer de mamas, la primera causa de muerte de las mujeres en Chile y el mundo.
Para hablar sobre este tema conversamos con una profesional, no necesariamente experta en el tema en términos científicos, pero que vivió en carne propia lo que es padecer de esta enfermedad.
Nos referimos a la Dra. Sahily López, anestesióloga, integrante del Colegio Médico del Maule, quien pasó de la realidad de médico a transformarse en paciente de un momento a otro, según ella misma señala, “estar en la otra cara de la moneda”.
“Llegué a este país (desde Cuba) con hartas ilusiones y sueños, llegué en el 2014 y el 2017 justo en pleno proceso de revalidación de mi especialidad, ya había homologado la carrera de medicina, cuando en un autoexamen de mama me detecté una tumuración y me di cuenta que tenía una lesión que no era buena, y ahí saqué mi primera conclusión, y es que la vida te cambia de un momento a otro”, relata la Dra Sahily López.
MIEDOS Y CULPAS
A partir de ese momento se vio envuelta en mundo llena de miedos y culpas. “¿Por qué yo? ¿por qué esta prueba tan dura?” En la isla pasó 15 años de su vida dedicada a la anestesia oncológica… ¿Y ahora? “Vi muchas mujeres, muchos pacientes, pero nunca había experimentado lo que era vivir una enfermedad así, de este tipo”.
Y agrega, “en el momento en que recibí la noticia del resultado de los exámenes estaba sola, fue fuerte, pero pasado 20 minutos llegó mi esposo y mis amigos, y en ese momento fue mucho el apoyo. Fui diagnosticada en el Hospital en Talca, luego me operé en Santiago en la Católica, y los seguimientos los hice en el HRT. Me hicieron una reconstrucción de mama también, porque uno quiere la vida y quiere la vida con calidad”, enfatiza.
EL APOYO
Pero luego del primer impacto, tomó fuerza y lo reitera, su familia, esposo e hijo, fueron un gran apoyo, al igual que todos su amigos. “Después vinieron las quimios, todos los días que yo iba a quimioterapia iba con uno de mis colegas, siempre me acompañaron en el proceso, fue la familia que me faltó por haber emigrado”.
PRIORIDADES
Uno de los momentos más difíciles para las mujeres que pacen cáncer, es la caída del cabello pero ella lo manejó aprovechando los recursos que tenía. “Yo me acuerdo que lo disfrutaba porque me compré hartos sombreros, varias pelucas y me los cambiaba de uno a otro. Para mí la parte más difícil fue perder las cejas y las pestañas”.
Añade, “llega un momento al final del tratamiento, en que sientes que te vas agotando y que no llega el final, pero llega, y te vuelve a salir el pelo bonito. Yo les digo a las mujeres que no hay que deprimirse, no hay que poner triste, porque hay muchos motivos para seguir por delante, tú te comienzas a replantear las prioridades en la vida”, confiesa la doctora.
ALEGRÍA Y OPTIMISMO
Pero otro aspecto importante que influyó en poder salir de esta enfermedad, y ganar la batalla, fue su cultura caribeña. “Yo vengo de un país donde todos son muy alegres, y eso me ayudó mucho. Yo viví con muchas mujeres este proceso y me tocó vivirlo para aprender a llevarlo como experiencia personal, y esto me hace ayudar a muchas personas. Y ahora miro hacia atrás y es como un sueño. Lo que más me gustó de todo esto, es que saqué un pelo crespo que fue hermoso”, dice con alegría y optimismo.
Al finalizar las quimio, logró un gran reto, sacar la revalidación de su especialidad en la Universidad de Chile, “y fue fuerte, porque las condiciones físicas eran espantosas, nunca quise que nadie supiera que estaba así, pero lo logré”.
FALTA MÁS CAMPAÑA
A Sahily López, lo que más le extraña de este país, es la poca cobertura que se le da a esta campaña de nivel mundial. “Siento que la televisión, los medios de difusión, nosotros como médicos, el hospital, el Colegio Médico, debemos ponernos a disposición de esto, porque que nos afecta”.
Es que, según indica, con un diagnóstico precoz hay una sobrevivencia larga, es curativo. “Entonces yo veo que a Chile le falta, cuando en el mundo hay hartas campañas, se ilumina hasta la Torre de París, en este mes de octubre yo me visto de rosa, existe una conciencia en el mundo de manera colectiva, pero en Chile estamos atrás, hay mucho por hacer”.