Familias de Curicó son las primeras de Chile en beneficiarse de inédito programa preescolar

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Reforzamiento educativo. La evidencia dice que los niños están atrasados en el desarrollo del lenguaje, de la motricidad y de las habilidades sociales y emocionales. Con esta iniciativa se busca que ese rezago disminuya. 

Curicó. El rezago que la pandemia ha dejado en los niños en edad preescolar es grave. Según los resultados del reciente informe de Fundación Familias Power, “Estudio Efectos de la Pandemia en la Primera Infancia”, Chile evidencia importantes déficits en cuanto a habilidades sociales y emocionales. Esto se traduce en niños menores de 4 años que no pronuncian más de 10 palabras de forma clara y comprensiva, que no conocen las tijeras o no saben tomarlas, que tampoco han tenido acceso a témperas ni mucho menos saben cómo agarrar un pincel. Otro tanto ocurre con la distinción de los colores o las figuras geométricas. Esto se explica mayoritariamente por la pandemia, debido a la ausencia de jardines infantiles y colegios los años 2020 y 2021.

Ante esta realidad, en Fundación Familias Power están tomando acción: junto a un trabajo activo e involucrado de las directoras de las escuelas Agustín Torres, Pablo Neruda y José Morales Díaz, además del DAEM Curicó, han iniciado un inédito programa piloto en esta ciudad maulina, a fin de apoyar la nivelación escolar en sectores rurales. Un factor esencial en este proceso será también comprometer a los padres.

TRES OBJETIVOS

De esta manera, 20 familias con hijos en edad preescolar pertenecientes a estos tres establecimientos, serán parte de un novedoso programa que comprende 20 semanas consecutivas de reforzamiento educativo.

Un primer objetivo en este lapso de tiempo, será que un día a la semana el cuidador principal y el niño preescolar puedan conectarse de manera virtual y personalizada con una tutora de la fundación, Camila Cañete, para apoyar su desarrollo integral a través del modelamiento y la realización de actividades lúdicas, lo que incluye juegos y lectura. De hecho, cada familia recibirá libros y juguetes educativos semana a semana, de regalo. 

El segundo objetivo es convertir la casa, el hogar, en la primera escuela del niño y niña. Para ello, se empoderará a los padres como primeros educadores y se fomentará el desarrollo de vínculos afectivos sanos y positivos. Un tercer objetivo, y final, es promover la asistencia al colegio para los niños que están en kínder y promover la alianza entre la familia, colegio y fundación, para que de manera articulada se pueda lograr que el niño y niña llegue mejor preparada a primero básico.

REZAGO

“La evidencia dice que los niños están atrasados en el desarrollo del lenguaje, de la motricidad y de las habilidades sociales y emocionales. Con este programa buscamos que ese rezago disminuya. En los contextos rurales además existe menos acceso a educación preescolar por lo que este programa es una alternativa para que los niños, acompañados de sus padres, desarrollen al máximo sus talentos”, explica Anne Traub, directora de la Fundación.

Fundación Familias Power existe desde el año 2016, y actualmente está presente en 58 comunas a lo largo de Chile y trabaja de forma personalizada con más de 1500 familias.