Postura. “Estamos en una situación indefinida, en que no sabemos qué va a pasar, lo sensato sería no haberlo hecho, esperar una segunda dosis de la vacuna y las semanas donde se genera la inmunidad y recién ahí haber retornado”, sostiene en particular el académico de la Universidad de Talca, Sebastián Donoso.
TALCA. Desde diversas miradas, especialistas de la Universidad de Talca sostienen que el retorno a la presencialidad en los colegios “hoy es complejo”, y que podría ser “precipitado”, considerando factores como el transporte, el alza en los contagios, y la falta de apego de la población a acatar las medidas sanitarias que se requieren para la disminución de casos.
En este sentido, el director del Instituto de Investigación y Desarrollo Educacional de la Universidad de Talca, Sebastián Donoso, planteó que el reintegro a clases llega en un momento complejo desde el punto de vista del alza de contagios en el país. “Estamos en una situación indefinida, en que no sabemos qué va a pasar, lo sensato sería no haberlo hecho, esperar una segunda dosis (de la vacuna) y las semanas donde se genera la inmunidad y recién ahí haber retornado”, sostiene.
El experto en educación agrega que hay que estar muy alerta de los indicadores y tasas de contagio para establecer medidas a tiempo, “no esperar que se tornen absolutamente críticas las cifras para tomar decisiones, cuando ya es un poco tarde”.
DESAFÍO GIGANTE
En esta misma línea, el epidemiólogo y director de Salud del Estudiante de la Universidad de Talca, Daniel Jiménez, señaló que este retorno es un “desafío gigante”. “Creo que no estaba la situación epidemiológica para hacer eso tan masivamente. (…) Estamos por sobre los 4 mil casos diarios con un sistema de salud que nuevamente está llegando a un límite”, precisó el especialista, quien explica que el plan de vacunación ayudará a lograr una inmunidad de rebaño, pero esa se tendrá recién en los meses de junio o julio.
ACUERDOS
En este marco, Sebastián Donoso señaló que es vital que en la toma de decisiones participe toda la comunidad educativa. “Deberían tener un sistema instalado de diálogo entre sus familias, profesores, directivos, y propietarios, de manera que esto pueda ser bien dinámico y no un proceso unilateral”, afirma. De esta forma tener acordado, por ejemplo, con qué tasa de contagio se suspende a la presencialidad, si van a tener controles de PCR frecuentes o si existirá un seguimiento si se genera algún caso.
Jiménez agrega que a esto se suma lo complejo que ha sido la comunicación de riesgos en el país, así como la real capacidad de los establecimientos para seguir los protocolos definidos por el Ministerio de Educación. “Estos son estrictos y están bien pensados desde el punto de vista epidemiológico, pero de ahí a la aplicación a la realidad, sobre todo en el caso de niños pequeños me parece que es un desafío enorme de un día para otra, ya que se requiere una concientización de las comunidades educativas”, dijo.
Otro factor complejo es el que se dará en el transporte público, donde se traslada un alto número de escolares, quienes pueden ser agentes de contagio directo o indirecto, “lo que no sabremos hasta en un par de semana más”, subrayó Donoso.
RECUPERAR LO PERDIDO
Con respecto al déficit que se pudo generar el año pasado en relación al aprendizaje de los estudiantes, debido al nuevo formato que debieron afrontar el año, con todas sus dificultades, el profesor Donoso sostiene que las comunidades educativas deberán tener paciencia, ya que la corrección de esto requerirá un par de años.
“Aunque este año tengamos una situación razonable en el segundo semestre, la recuperación será lenta, y muchas cosas no volverán a ser como antes o como son ahora, por lo que deberemos aprender a funcionar en un esquema educativo que es diferente, que se deberá crear y que todavía estamos en proceso de aprender”, subraya el académico.