Propuesta. Académicas de la UCM piden soluciones a largo plazo para que trabajadores puedan sobrellevar de mejor manera situaciones de emergencia y mantener la calidad en la atención.
TALCA. A un año de la pandemia por el Coronavirus, expertas de la Universidad Católica del Maule (UCM) plantearon que el personal de salud “está agotado” y que es una realidad que no puede ser obviada, por cuanto en evidencia algunos desafíos a nivel de salud mental y calidad de vida para quienes han estado en la primera línea sanitaria.
La académica de la Escuela de Enfermería Paula Ceballos -experta investigadora en riesgos psicosociales- indicó que “muchas veces olvidamos que los profesionales de la salud son trabajadores. Somos personas que cuidamos de la salud de otros y que, para entregar una mejor atención, el profesional debe estar bien de su mente, cuerpo y espíritu”.
De acuerdo con la académica, “debemos pensar a futuro, en cómo mantener entornos saludables de trabajo”. Para la también doctora en Enfermería, “una iniciativa es capacitar a los equipos sanitarios para que puedan responder con mayor preparación a situaciones de emergencia e instalar intervenciones a largo plazo para manejar los altos niveles de estrés y ansiedad”. Es decir, que puedan afrontar una pandemia, un terremoto o una crisis social sin que exista un agotamiento permanente.
Para ello, dijo que se deben instaurar y potenciar Departamentos de Salud Ocupacionales en las unidades de trabajo y realizar intervenciones probadas y validadas, tener pausas activas durante la jornada e incorporar terapeutas ocupacionales, psicólogos, médicos del trabajo y otros expertos que puedan apoyar.
SALUD MENTAL
Por su parte, la psicóloga Nancy Espinosa advirtió que es absolutamente urgente una intervención en salud mental en los trabajadores sanitarios. “Hoy, más que nunca como país, logramos entender que la salud mental está deteriorada, que hay que relevarla y entender que es tan importante como la salud física, porque las personas somos seres integrales”.
Apuntó que cuando hay situaciones de estrés, baja la capacidad de entender que el otro tiene estados mentales o que está cansado o, incluso, se dificulta la identificación de estados mentales propios. “Adecuar horarios de trabajo, tenemos momentos de hablar sobre lo que nos pasa, preguntarle al otro cómo se encuentra puede ayudar a mentalizarse a sí mismo y a los demás respecto a sus estados mentales”, puntualizó la profesional.