¿Qué fue de tu vida “Lucho” Martínez?

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Con una carrera de 11 años jugando a nivel profesional, se ganó el respeto y el reconocimiento, no solo de los hinchas, sino del medio deportivo en general.

POR HÉCTOR ORELLANA ABACA

TALCA. El nombre de Luis Martínez Ortiz, está asociado en la Región del Maule a la máxima expresión del fútbol: el ¡GOL! Nada más importante que eso.

Con quien dialogamos hoy en esta sección, es con uno de aquellos goleadores de clase, estilo, que definía con precisión y señorío y que, con una carrera de 11 años jugando a nivel profesional, se ganó el respeto y el reconocimiento, no solo de los hinchas, sino del medio deportivo en general.

Forma parte de una dinastía que se dedicó al fútbol: cuatro hermanos y todos ellos jugaron al fútbol profesional: Juan, Humberto y Sergio, todos jugaron alguna vez por algún equipo profesional de la Región del Maule. “Lucho” conserva su humildad y la prestancia de ídolo reconocido, admirado y aplaudido, que se mantiene plenamente activo y vigente, feliz de vivir y agradecido de la vida, aunque con una herida en el corazón.

A la tribuna dominical, llega un hombre que se identifica con los colores de Curicó Unido, donde es su goleador histórico, con 69 anotaciones: Luis Martínez Ortiz.

Si bien es santiaguino, el fútbol lo trajo a estas tierras, donde definitivamente se arraigó y para orgullo y satisfacción es uno más de los nuestros. “Yo soy de Macul, de la Población Santa Julia. Ahí nací en el año 1960, siendo el último de cuatro hermanos. Es un orgullo formar parte de una familia futbolera y que marcó una huella importante en el fútbol chileno, ya que todos jugamos al fútbol profesional”, dice.

El otrora artillero tortero se convirtió hasta hoy, en el goleador histórico de Curicó Unido. Nadie más que él ha festejado goles propios con la camiseta albirroja. Esa es la realidad y los encargados de “hacer justicia” no lo han hecho y el mismo Martínez se encargará de explicar. Llegó a fines de 1983 a la tienda curicana y entre las temporadas de 1984-1985 fue el máximo artillero de la Segunda División del fútbol chileno.

¿Cómo son sus inicios en el fútbol?

“Todos los hermanos hicimos divisiones inferiores en Santiago Morning. En mi caso particular estuve hasta los 14 años. Luego de un largo tiempo sin jugar aparecí en Tercera División, en Lautaro de Buin. Fui el goleador del campeonato y el “Chago”, que jugaba en la Segunda División me lleva al plantel, con un contrato por cuatro años. Sin embargo, por decisión propia, a la mitad de la primera temporada en el 83 pedí el término del contrato, porque no tenía ninguna posibilidad de jugar. Había siete delanteros y yo era el último. Estaban entre otros: Ned Barboza, Juan Ramón Garrido y el ‘Pelusa’ Pizarro, por nombrar a algunos. Jugué solo un partido frente a San Luis, entrenaba y jugaba en el campeonato de reservas, pero yo sabía de mis condiciones y que podía hacer algo distinto”.

¿Y cómo se produce su llegada a Curicó?

“Tras mi salida de Santiago Morning, volví a Lautaro de Buin y me convocaron a la Selección de Pichilemu, para disputar un torneo nacional. No pude jugar, porque venía con un contrato profesional y tenían que recalificarme como amateur. Estuve un tiempo fuera y es ahí cuando me van a buscar de Curicó Unido. Debuté el 83 en un partido frente a Valdivia donde hice el gol del triunfo. En la liguilla del descenso en Osorno hice cinco goles, fui el goleador del Campeonato de Apertura y oficial del 84 y goleador el 85. Empezaron a seguirme muchos equipos como Colo Colo, la U, Católica, pero los dirigentes de ese tiempo fueron egoístas y no me vendieron, hasta que quedé con el pase en mi poder. Tras dos temporadas donde volví a ser goleador pude emprender nuevos horizontes”.

¿Y qué pasa después?

“El 86 me fui a Deportes Laja, jugué poco por una lesión, al año siguiente volví a Curicó, el 88 jugué el Torneo de Apertura y me fui a Deportes Iquique en Primera División, luego a Antofagasta y Audax, para aterrizar en Talca el año 1991. Ahí estuvimos peleando hasta el último minuto para quedarnos en Segunda División. Ese año hubo muchos problemas económicos todo se hizo difícil. A pesar de que tenía la posibilidad de irme a Everton, jugué una temporada más, salimos sextos y no quedé contento, porque pensé que haríamos mejor campaña. El 93 estuve en Audax y el 94 terminé en Curicó tras 11 años de carrera”.

¿Hubo un llamado para vestir la roja?

“Una satisfacción grande, yo creo que podría haber jugado más, pero las lesiones me afectaron. Fui convocado a una Preselección el 85 con Isaac Carrasco, hice todo el proceso y a la hora de la nominación quedé fuera y entró Marco Antonio Figueroa, que venía de Unión La Calera, creo que ahí hubo influencia de los Chahuán, cuando ya los dirigentes comenzaban a manipular el fútbol a su antojo”.

¿Usted jugó en los dos equipos más importante de la región: Curicó Unido y Rangers, donde existe una clara rivalidad?

“Así es. En Talca tengo buenos amigos, siempre se acuerdan de mí y yo de ellos, lindos recuerdos. También acá en Curicó lo mismo, pero siento que a nivel de dirigentes no es así. Por obligación hacen las cosas, estoy fuera del club hace 12 años. Creo que no me aceptan, a lo mejor hubiera sido más lindo para ellos, que un curicano fuera el goleador histórico y no alguien que llegó de afuera. Soy de un estilo frontal, que digo las cosas en la cara y eso molesta a muchos. Acá en Curicó a nivel institucional, no con los hinchas, no me siento reconocido como referente del club, me tratan de lejos y me hacen el quite. Haciendo esa relación creo que, en Talca, me quieren mucho más”.

¿Cuál es su presente?

“Soy técnico del INAF. Tras mi retiro alcancé a dirigir series menores en Rangers, dos series de Cobreloa en Santiago y también series menores de Curicó, donde tuve entre otros a Christopher Díaz, que hoy juega en Unión La Calera. Hoy me gano la vida en un puesto de verduras en la Felicur de Curicó. Estoy jugando en el torneo de exfutbolistas profesionales, entreno dos veces a la semana. Me siento el mismo jugador, con las mismas condiciones, solo con un par de años más. Y disfruto de mi familia, tengo 44 años de matrimonio con Patricia, tengo dos hijos: Luis que vive en Talca, casado con talquina y que también jugó en Rangers en juveniles y mi otra hija es Rosemery y mis nietos: Luciano, Maite y Fernando, quienes me hacen muy feliz acá en Curicó”.

El testimonio de un goleador, para siempre recordado y que entregó al fútbol su vida y alma, y que sin embargo en la vuelta no fue igual. Son los ingratos caminos de la vida, pero tenga la seguridad que los hinchas nunca le olvidarán por tantas tardes inolvidables de alegría y de goles memorables, especialmente las 69 veces que besó el escudo de Curicó Unido tras una habilidosa jugada personal.

FRASES DESTACADAS

-“Si volviera a nacer volvería a ser futbolista, no lo pensaría dos veces. El fútbol sirve para mucho, es una pasión, un sentimiento. Imagínese hacer goles en estadios llenos”.

-“Siempre me ha gustado la ‘U’, desde que seguía al Ballet Azul”.

-“El momento más lindo del fútbol fue debutar en Curicó Unido en 1983 frente a Valdivia y hacer el gol del triunfo”.

-“El fútbol me dio muchos amigos, por efecto propio de mi personalidad de ser sociable, amistoso y muy respetuoso”.

-“Jugué en tiempos difíciles, no fui bien recompensado económicamente. Coincidió que cuando me retiré comenzaron a pagar sueldos millonarios. Pero me quedo muy satisfecho con lo que hice”.