
Se trata de Marcial Tapia Reyes, alumno de quinto año de Bioingeniería Médica de la UCM, cuya idea se proyecta implementarla en otras áreas.
CURICÓ. Lo que comenzó como una práctica profesional se convirtió en un aporte directo a la salud pública. El estudiante de quinto año de Bioingeniería Médica de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica del Maule (UCM), Marcial Tapia Reyes, desarrolló un innovador dispositivo que protege medicamentos. Para ello contó con el apoyo del Hospital de Curicó (donde Tapia está haciendo su práctica), del Departamento de Ingeniería Biomédica de la citada casa de estudios superior y del técnico electrónico, Felipe Araya, Se trata de una innovación que ya está en uso en el Servicio de Diálisis del Hospital de Curicó, la cual se proyecta implementarla en otras áreas. “Todo partió porque estaba con un tutor en la práctica y llamaron que había un problema con la temperatura dentro del refrigerador clínico. En-tonces se me ocurrió la idea sobre cómo arreglar el problema y enviar la monitorización en tiempo real de la temperatura a través de internet”, dijo Marcial. “Supe que quieren implementarlo más o menos a escala en el hospital y eso puede evitar distintos costos, ya sea de tiempo, generar informes de temperatura o prevenir fallas. Lo importante de este tema es que los medicamentos tengan la temperatura adecuada, ya que impacta en la salud de los pacientes”, acotó.
AYUDA DIRECTA
El director de la Escuela de Bioingeniería Médica de la UCM, Ángel Cayo Núñez, valoró el aporte realizado por el estudiante en el marco de los convenios de colaboración con hospitales de la región. “Marcial implementó estos dispositivos que responden a una necesidad concreta del hospital. Detectó que había cambios en las temperaturas que podían dañar medicamentos entregados a la población, y su solución representa una ayuda directa con resultados reales para la ciudadanía”, señaló. “Tenemos que plantearnos cómo podemos ver estos dispositivos, si los queremos patentar y buscar recursos gubernamentales. Eso sería grandioso porque abre puertas a nuestros estudiantes, como en este caso a Marcial, desde el punto de vista laboral”, expuso.
ALTO IMPACTO
La experiencia de Marcial refleja cómo el ingenio y la formación universitaria pueden generar innovaciones de alto impacto en la salud pública, contribuyendo al bienestar de la comunidad y proyectando nuevas oportunidades para la disciplina de la bioingeniería médica.
En tal contexto, el estudiante hizo un llamado a sus compañeros a ser proactivos en sus prácticas: “No tienen que quedarse quietos esperando que alguien les diga qué hacer, sino tener iniciativa propia”, sostuvo.