Se desempeñó 15 años en la Región del Maule, donde encabezó importantes golpes al narcotráfico.
Aseguró que la lucha contra la delincuencia es continua y que hay una persecución policial y judicial fuerte.
POR JUAN SEBASTIÁN COFRÉ FLORES
SANTIAGO. “Soy talquino de nacimiento, pero curicano por adopción”, así se definió el jefe nacional de Gestión Estratégica de la Policía de Investigaciones de Chile, prefecto inspector Erick Menay Pino, quien fue uno de los principales expositores en un taller sobre crimen organizado destinado a profesionales de medios de comunicación.
En conversación con diario La Prensa, nos contó del cariño que le tiene a la Región del Maule, donde estuvo destinado en el inicio de su carrera. “Mis primeros años como detective fueron allá y siempre vinculado al ámbito de la investigación antinarcótico. Tengo muy lindos recuerdos con los medios de prensa, donde manteníamos una relación muy fluida y cercana”, destacó.
La autoridad policial indicó que estuvo en el Maule cerca de 15 años en la década de los 90. “Primero en la entonces Comisaría Judicial de Curicó y luego de cinco años me fui a la Brigada Antinarcóticos de Talca, donde estuve 10 años en esa unidad”, dijo.
Agregó que se concretaron muy buenos procedimientos. “Incluso internacionales nunca vistos en la Región del Maule.
Iniciamos el Plan Cannabis, con asiento en la precordillera curicana, con la erradicación de muchos cultivos”, manifestó.
Erick Menay agregó que el 2008 se trasladó a Santiago, debido a que fue seleccionado para participar en un curso de la Academia Superior de la institución.
BANDAS CRIMINALES
El jefe nacional de Gestión Estratégica de la PDI se refirió a cómo han evolucionado las bandas criminales en el último tiempo, donde se han hecho mucho más recurrentes los delitos de sicariatos, extorsiones, lavado de dinero y homicidios violentos, por ejemplo.
Precisó que los delincuentes están perfeccionándose continuamente en sus modos de operar y que también se mueven cambiando de ciudad y regiones para no ser detectados.
“Siempre hay que estar atentos, monitoreando porque siempre van a haber algunas manifestaciones que van a dar a conocer la magnitud del problema”, acotó.
En ese sentido, gráfico que si “hay zonas de consumo (de drogas) evidentemente va a haber disputas territoriales, las cuales generalmente están promovidas por el uso de armas de fuego y eso, efectivamente, va a tener alguna baja de los bandos involucrados”, sentenció.
GLOBALIDAD
El prefecto inspector admitió que la llegada de delincuentes extranjeros ha sido un elemento que ha incrementado los ilícitos, muchos de los cuales son más violentos.
“Si bien la globalización tiene alcances muy beneficiosos, no está exenta de riesgos y amenazas.
Efectivamente, la incursión de algunos ciudadanos extranjeros ha generado conductas desviadas y van a seguir cometiendo los delitos que cometían en su país”, señaló.
El jefe policial puntualizó que lo peor en ese escenario es que delincuentes chilenos han aprendido algunas conductas que no se veían en Chile. “Incorporan nuevas dinámicas criminales y han asumido modus operandi que han sido copiados con el ingreso y asentamientos de ciudadanos extranjeros”, aclaró.
En ese contexto, reconoció que desde el 2015 han aumentado los asesinatos, especialmente, los cometidos a balazos en medio de ajuste de cuentas entre antisociales. No obstante, destacó que la mayoría de esos casos han terminado con los autores tras las rejas.
“Lo más importante es que no hay impunidad. Que los sujetos sepan que hay persecución efectiva y que hay una tasa de esclarecimiento de estos delitos complejos muy alta, lo que habla de una efectividad de la persecución penal en nuestro país, lo que es muy relevante porque de alguna forma le pone trabas a esta criminalidad organizada”, aseveró.