En su paso por Rangers dejó una marca especial. De hecho, en definitiva, se avecindó en Talca, tras su arribo a la escuadra rojinegra, en 1981.
TALCA. Recordar es volver a vivir, se cruzan emociones, sentimientos, añoranzas de tiempos felices que se atesoran en el alma como un preciado bien, y que están ahí con la esperanza de ser nuevamente citados al tiempo presente, a pesar del rápido e incesante paso del tiempo.
En esta tribuna dominical del recuerdo hoy traemos a la memoria viva a un recordado futbolista que dejó una marca especial, y que se ha avecindado en nuestra ciudad desde su llegada a Rangers, por allá por 1981.
Se trata de Jorge Salazar Romo, conocido cariñosamente como el “Negro” Salazar, amigo de los amigos, sencillo, humilde y solidario. Fue un batallador volante de contención poseedor de un formidable disparo de media distancia, sello que lo distinguió en su impecable trayectoria futbolística. “Desde el momento que llegué a Talca, llamado por el técnico Sasha Mitjaew, me gustó la ciudad, y su gente, a pesar que muchos decían que eran apáticos, eso es mentira. Todo el tiempo me han demostrado cariño. Me vine a jugar a jugar acá y me compré una casa, la decisión podría haber sido prematura pero ya estaba tomada, que me quedaba acá y no me movería más. Unas de las mejores decisiones tomadas en mi vida”, recuerda Salazar.
INICIOS
Desde que tiene uso de razón, para Jorge Salazar el fútbol fue su vida. “Desde niño jugaba en el barrio, era amigo de Manuel Rojas, el recordado también jugador, que me llevó a Palestino. Ahí hice cadetes y juveniles hasta que llegué al primer equipo, donde había figuras de la talla de Manuel Araya, Sergio Messen, Óscar Fabbianni, Elías Figueroa, Roberto Hodge, y Miguel Ángel Pecoraro, entre otros. Llegó Fernando Riera, nos reunió a los más jóvenes y nos dijo de forma clara y categórica que ahí no había espacio para jugar, por tanto, la decisión fue enviarnos a préstamo a siete jugadores. Ahí llegué a Deportes Linares, iniciando mi carrera profesional”, dice.
En el equipo del Maule Sur jugó cuatro temporadas siendo parte de la historia de la institución albirroja al jugar 122 partidos como profesional, luego vendrían otros clubes como Rangers, Unión Santa Cruz, Trasandino y Regional Atacama, donde siempre destacó por su calidad, clase y su alto rendimiento.
TRIPLETA
Era un partido de cierre de temporada de 1981 y Rangers jugaba frente a Regional Atacama, aquí en Talca a las puertas de disputar la liguilla por el ascenso a Primera División, la que finalmente no jugó, ya que se produjo el retiro del profesionalismo de Aviación y de esa forma de manera automática Rangers sube a Primera División. “Había venido toda mi familia de Santiago y esa tarde ganamos a Regional Atacama y yo tuve la una tarde inspirada, ya que le marqué tres goles de tiro libre a Roberto Tello, en un partido que, para mí, aunque nadie lo reconozca, queda en la historia por cuanto no sé de otro jugador que haya marcado de tiro libre tres goles y de una distancia bien considerable”, manifiesta. Las vueltas de la vida lo llevaron a jugar por Regional Atacama y allí tuvo una linda amistad con Roberto Tello, los compañeros de equipo siempre le recordaban: “Ahí está tu amigo el que te hizo tres goles de tiro libre”, le decían
HITOS
A los ya citados hitos de ser histórico por los partidos jugados en Linares y los tres goles de tiro libre, se suman los ascensos con Rangers y Trasandino y liguillas de ascenso a Primera, con Linares y Santa Cruz. “Todo eso fue el resultado de un trabajo constante de mucha disciplina y rigor. El fútbol era mi vida así que siempre daba lo mejor de mí en todos los clubes y en cada partido que me correspondió disputar”, dijo. “De todos los clubes que jugué sin duda que el más especial, es Rangers, como lo dije me enamoré de la ciudad, del club, de su gente. Soy un talquino más, me quedé acá y siempre es grato que te recuerden, y saluden. Para nosotros que tuvimos la oportunidad de jugar al fútbol, y vivir del aplauso, esos gestos después de tantos años, son un alimento para el alma y el corazón que se agradece en toda su dimensión”, acota.
LOS HINCHAS
“Vibro con Rangers, hoy soy un hincha más y lamento que no se haya logrado aún el objetivo de volver a Primera que es lo que todo hincha quiere. Nunca hay que perder la esperanza. Hay que seguir adelante y cuando se logre subir a Primera, se debe aprovechar y mantener la categoría. Hay que potenciar a los jugadores de Talca, que sienten la camiseta de manera distinta y no volver a cometer los errores de siempre que cuando viene un técnico y se va, nunca queda una columna vertebral que permita configurar un plantel equilibrado y competitivo”, señala.
Agrega que “una vez terminada mi carrera estuve alrededor de 10 años trabajando con escuelas de fútbol y también en el fútbol amateur. Un día me llegó el llamado del Sename para trabajar como monitor con niños en situación de riesgo. Me encanta mi trabajo rehabilitar a jóvenes que están en conflicto con la justicia, es una tarea difícil y un gran desafío ya que hay muchas falencias, especialmente emocionales”.
Finalmente, Jorge Salazar se manifiesta agradecido de la vida que le dio la oportunidad de desenvolverse en el fútbol profesional, donde muchos son los llamados, pero pocos los elegidos. “No hay palabras para expresar lo que uno siente por lo que vivió. Uno lo tiene en la mente. Logré mis objetivos que traje desde niño. Y eso es una demostración que no hay límites para que tu programes lo que quieres ser. Para mí lograr eso y estar ahí con el reconocimiento de la gente es algo invaluable. Me hace vivir y ser cada día más feliz”, dice.