Investigación realizada por Anjuff. En el caso de la Primera División, durante el 2023 el 34,8% de los duelos de los anfitriones fueron en canchas de entrenamiento. Por su parte, solo la mitad de los partidos del Ascenso femenino fueron planificados en estadios.
SANTIAGO. A la luz del acontecer deportivo de las últimas semanas, la infraestructura que usa el fútbol nacional para sus campeonatos ha estado en la agenda pública. Sin embargo, esa información es completamente distinta para el fútbol femenino, rama que no siempre tiene accesos a estadios para disputar sus partidos oficiales.
Así lo informó el reporte “¿En qué canchas juega el fútbol femenino?”, investigación realizada por la Asociación Nacional de Jugadoras de Fútbol Femenino (Anjuff) a través de información entregada por la ANFP durante el desarrollo de los campeonatos de 2023.
Entre los resultados principales del reporte, cuyo objetivo fue poder observar a través de cifras cuáles son los recintos que ocupan las jugadoras durante el campeonato femenino de fútbol, destaca que el 34,8% de los partidos como locales del campeonato femenino de Primera División se disputaron en canchas de entrenamiento, cifra que en 2022 era del 46,2%. Los clubes del Ascenso femenino, por su parte, planificaron la mitad de sus partidos como locales (50,3%) en canchas de entrenamiento, cifra más baja en comparación a 2022 (68,7%). De los 14 equipos de competencia en esta categoría, solo seis planearon todos sus encuentros como local en un estadio (Colo-Colo, Fernández Vial, Universidad de Concepción, Deportes Antofagasta, Cobresal y Deportes Puerto Montt). En 2022, solo fueron tres equipos.
ANÁLISIS
Sobre los resultados del reporte, la vicepresidenta de Anjuff, Javiera Moreno, señaló que “las cifras sin duda son mejores al compararlas al campeonato 2022, pero aún son insuficientes. El uso de las canchas de entrenamiento para partidos de alto rendimiento implica un riesgo a la salud de las jugadoras, pues estas no garantizan la calidad de ese campo para el alto rendimiento y la competencia. Además, no aportan en el fomento de la visibilización de nuestra actividad”.
En el caso del campeonato femenino del Ascenso, solo seis de los 22 equipos participantes organizaron todos sus encuentros como local en un estadio: Cobreloa, Ñublense, Rangers, Deportes Recoleta, Deportes Santa Cruz y Unión La Calera. En 2022, solo fueron tres. Por otro lado, cabe destacar que en este mismo campeonato se observa que el 36% de clubes no planificó ninguna vez un partido en un estadio. “Esperamos que durante el proceso de profesionalización las cifras de uso de estadios de excelencia y calidad asciendan a un 100% y que en el desarrollo del fútbol femenino se considere la infraestructura no solo por la seguridad, salubridad e higiene del aspecto deportivo de las jugadoras, sino que también se integre la visión de espectáculo y de visibilización del fútbol”, concluyó Moreno.
BRECHAS DE GÉNERO
El reporte también profundizó en las brechas de género que existen en las ramas masculinas y femeninas de los mismos clubes. De los seis equipos de Primera División que tuvieron el 100% de sus partidos como local en un estadio, solo uno (Deportes Puerto Montt) usó todas las veces el mismo recinto que la rama masculina del club (Estadio Bicentenario Chinquihue). Como un ejemplo contrario, está Deportes Antofagasta: mientras que el equipo masculino -que en 2023 jugó en el Ascenso- fueron locales en el Estadio Regional Calvo Bascuñán (de capacidad de más de 20 mil personas), las mujeres (Primera División) ejercieron su localía en el Estadio Municipal Ascanio Cortés, cuya capacidad es para cinco mil personas. En ese mismo análisis, es posible observar que de los seis equipos del Ascenso que planificaron sus encuentros como local en un estadio, solo Cobreloa usó todas las veces el mismo recinto que la rama masculina del club (Estadio Zorros del Desierto).
Cabe destacar que todos los partidos del campeonato masculino de Primera División se juegan en estadios.