Opinión. La tarea directiva y corporativa será repetir lo bueno del 2023 y a la vez, ser autocríticos y buscar las fallas en el afán de mejorar. Hora del balance y de la proyección para un mejor 2024.
Por Rodrigo Orellana Salazar, periodista
CURICÓ. Restando tres fechas por jugar, aún no se define si Curicó Unido descenderá a la Primera B o bien hará la hazaña para seguir en la máxima división. El domingo 26 el rival será Magallanes, a inicios de diciembre Palestino en Santiago y el partido final de la temporada, será frente a Colo Colo en La Granja. La historia matemática es conocida: ganar y ganar, y que Copiapó no gane como primera consigna para lograr la permanencia. En esta historia se concentra la mayoría del pueblo albirrojo, sin embargo, el balance institucional invita a iniciar un resumen corporativo que tendrá de buenas y malas, a repetir y mejorar, respectivamente.
DE 2023 PARA 2024
Los curicanos están llenos de interrogantes. Su plantel profesional y las ramas formativas masculinas, viven oscuros momentos en una temporada para el olvido, donde claramente, a la hora del balance, no serán de los puntos altos de la temporada institucional. El jugar Copa Libertadores a fines de febrero e inicios de marzo frente a los paraguayos de Cerro Porteño, fue el peak de una temporada que fue decreciente y que tiene al plantel profesional al borde de su regreso luego de siete años a la Primera B. Los cadetes juveniles igualmente cuelgan en el fondo de la tabla de rendimiento del fútbol formativo y su caída a los torneos regionales, los dejará sin tener el roce de jugar con los mejores equipos del país en el fútbol joven masculino. A nivel institucional, la dirigencia de Patricio Romero ha tenido igualmente un año intermitente, con asambleas candentes y luchando a diario con la necesidad de recursos, apelando a los ahorros, invirtiendo en un terreno propio y gestionando cubrir todo el gasto que significa el término de una temporada regular.
REITERAR Y CORREGIR
La rama femenina que jugó playoffs y los pequeños del fútbol infantil Sub 13 y 14 parecen ser los que terminan con cifras a favor, igualmente la Sub 17 y la siempre vital labor de las escuelas formativas. La directiva de Romero y compañía ya debe estar analizando el plan 2024, buscando la proyección y el desarrollo institucional en todas sus líneas. Como en cada término de temporada, es hora de balances y proyecciones, debiéndose destacar todo lo positivo para reiterar en 2024 y corregir las fallas y errores, en el afán de mejorar lo realizado este 2023 que entra en su recta final.