Artista curicano. “Torre de la Memoria” es el nombre de la obra, que cuenta con elementos en torno al uso que se le dio al Estadio Nacional, durante la dictadura militar.
SANTIAGO. Si bien las actividades de los Juegos Panamericanos Santiago 2023 ya están llegando a su fase final, dando paso con ello a los Juegos Parapanamericanos, no todo lo relacionado a tales eventos está necesariamente asociado a lo netamente deportivo. Tal es el caso de un proyecto que fue comandando por un artista curicano: nos referimos en específico a Alejandro “Mono” González, muralista y fundador de la Brigada Ramona Parra.
PROGRAMA CULTURAL
“Torre de la Memoria” es el nombre de la obra encabezada por Alejandro González, que se realizó en el marco del programa cultural de los Juegos Panamericanos Santiago 2023. El espacio que fue intervenido corresponde a un silo de agua de 27 metros de altura y 800 metros cuadrados, ubicado justo al sur del Estadio Nacional Julio Martínez Prádanos, a pocos pasos de las puertas que dan ingreso a las galerías. Para ello, un equipo de pintores trabajó de manera ardua y comprometida, codo a codo con González, durante 12 días corridos. Corresponde a un mural que fue desarrollado gracias a un proceso colectivo y participativo, del citado artista con familiares, expresos y miembros de la Corporación Estadio Nacional Memoria Nacional. La obra refleja la mirada de una mujer, emulando las situaciones que se vivieron en 1973, cuando dicho coliseo deportivo fue utilizado como centro de detención y tortura por la dictadura militar. En aquellos tiempos, madres, hijas y hermanas se congregaban en torno al recinto, esperando novedades de sus familiares prisioneros. Por sus diferentes colores, simboliza la esperanza de un futuro donde nunca más ocurran hechos como un golpe de Estado, una dictadura o violaciones a los derechos humanos.
SIGNIFICADO
El propio artista curicano explicó a grandes rasgos el significado del trabajo que se plasmó. “Tiene que ver con los compañeros que sacaban del Estadio Nacional o que los sacaban digamos hacia la tortura hacia el Velódromo. En tránsito, su punto de referencia era esta torre, esta estructura. Por lo tanto, era un punto geográfico marcado en el recorrido del dolor, pero nosotros lo queremos colocar con esperanza. No digo con alegría, pero con una esperanza en la memoria, en la verdad y la justicia, pero con vida. Eso es lo que quisimos hacer”, dijo. “Tenemos el rostro de una muchacha o de una mujer mirando hacia el norte, esposas, madres, hermanas que se paraban frente por avenida Grecia a mirar hacia el estadio, esperando la salida o la información de sus compañeros que estaban acá detenidos. Y la mirada en la parte sur, un cuerpo caído que tiene que ver con los torturados, con los dolientes. Creo que de alguna manera también es un privilegio para nosotros, que hemos sido en algo testigos de la historia, dejar esta constancia, este testimonio, pero con arte, con vida, con esperanza”, cerró.