Cecilia Burgos cuenta su experiencia. Corresponde a una disciplina que busca sanar enfermedades físicas y mentales a través de la aplicación de aceites esenciales, la cual cada vez ha ido generando más adeptos en nuestro país.
CURICÓ. Olores que nos evocan a determinadas épocas de nuestra vida y a recuerdos que permanecen intactos en nuestra cabeza son los que trae consigo la aromaterapia, disciplina que busca sanar enfermedades físicas y mentales a través de la aplicación de aceites esenciales y que cada vez ha ido generando más adeptos en nuestro país.
Cecilia Burgos, matrona de profesión, se ha ido adentrando en el mundo de los aceites esenciales. Empezó a estudiar hace dos años, específicamente en el período de pandemia y actualmente, conforma grupos para difundir esta terapia complementaria. “Empecé a trabajar como consultora de los productos Just, entidad que nos prepara para desempeñar la labor de terapeutas”, precisó Burgos; quien mencionó además que los estudios fueron realizados de manera online y presencial. “Constantemente se ejecutan seminarios y otras actividades presenciales. Esto con la finalidad de dar a conocer la aromeraterapia a grupos de personas”, aseveró. Para Cecilia, uno de los aspectos que la motivó a estudiar sobre el uso de los aceites esenciales es que esta terapia trae consigo una visión integral de las personas. “Somos divididos en sistemas y, las terapias complementarias, ofrecen una mirada holística del ser humano. Esto significa que todas las partes de nuestro cuerpo forman un todo y no pueden ser vistas por separado”, enfatizó. A esto se agrega que estamos insertos en períodos de mucho estrés y además, que venimos saliendo de una larga pandemia. Esta trajo consigo diversos problemas mentales. “Vimos morir a muchas personas cercanas, familiares y amigos, lo que ha tenido un efecto en cada uno de nosotros”, indicó la terapeuta, quien puso énfasis en que también vivimos muy apurados. “No nos detenemos a caminar o a observar la naturaleza. No disfrutamos el espacio en que vivimos ni tampoco establecemos conversaciones con otras personas”, añadió.
FÁRMACOS
De la misma manera, Cecilia reconoce que cada vez nos empastillamos más y buscamos una solución rápida a nuestros malestares. Esto ha hecho que muchas veces utilicemos medicamentos que han dado buenos resultados a un amigo o conocido; sin considerar que todos los organismos son diferentes. Por esa razón, la profesional convocó a la comunidad a hacer uso de las terapias complementarias e ir dejando de lado los fármacos. Estos muchas veces generan daños a nuestros órganos y, en vez de sanarnos, pueden provocar más perjuicios que beneficios. “La medicación tradicional está bien en su justa medida, no en exceso o déficit. Y la aromaterapia es un tratamiento complementario que nos ayuda en el área de las emociones, cuerpo físico y dermocosmética; lo que significa que podemos tratar afecciones de la piel”, puntualizó. Para la aplicación de la aromaterapia son claves los sistemas olfativos y la epidermis. Esto significa que los aceites esenciales se pueden aplicar directamente en la piel o diluirlos para olerlos. “Los aceites esenciales activan ciertos procesos Y en ese sentido, me siento muy orgullosa que estos puedan ayudar a una persona en diversos ámbitos, estudios, enfermedades, trastornos del sueño, entre otros”, manifestó.
MASCOTAS
Y también los animales se pueden ver beneficiados con esta terapia. Solo basta una pequeña aplicación en la cabeza u orejas de estos para lograr cambios en su conducta o lograr un mejor dormir. “Esto ayuda a que se puedan relajar, sobre todo, cuando están temerosos por la ida al veterinario u otras razones”, concluyó.