Marcelo Barrios Orellana. Fue por trabajo y terminó jugando fútbol con leyenda de ese deporte.
COSTA RICA. Desde el 2019 que Marcelo Barrios Orellana tenía pendiente viajar a la nación de América Central. Su objetivo era trabajar y compartir experiencias con sus excolegas de la Asociación de Empleados del Poder Judicial (Anejud) pues él integró durante 17 años a su símil en nuestro país y había lazos laborales y de amistad.
En su travesía por el extranjero, el profesional curicano no solo trabajó y ganó experiencia en su ámbito laboral, sino que además jugó sus buenas “pichangas”. Y fue en ese contexto, que conoció al administrador del complejo vacacional de la Anejud.
Se trata de Enrique Murillo, todo un personaje que se le conoce como el “Piña” (61 años), un hombre de no más de 1.70 de estatura, que al principio se veía como una persona muy seria, no muy cercana, pero al poco andar demostró su sencillez y calidad humana. Nació el 29 de enero de 1962, en San Rafael de Alajuela, Costa Rica, al seno de una humilde familia, siendo el menor de 10 hermanos.
UN ÍDOLO
Marcelo Barrios recuerda que en los partidos, el “Piña” hizo muchos amagues y jugadas dignas de un futbolista profesional y, era que no, había jugado en varios clubes, destacando en el equipo de Primera División Cártago, además de Carmelita y Santa Bárbara, entre otros. Entre sus logros, destaca haber sido campeón nacional y goleador del torneo con el Carmelita el año 1994, convirtiendo 19 tantos.
“Asimismo, en el año 1997, ya con 35 años y esta vez con Santa Bárbara, superó su récord anterior, convirtiendo 21 tantos. Un año más tarde, se retiraría de la actividad. Su carrera futbolística en el país centroamericano duró 16 años, convirtiendo un total de 187 goles”, apunta el profesional.
TESORO
El abogado curicano cuenta que aún quedaban más sorpresas, pues el “Piña” le abrió las puertas de su hogar y visitó su museo.
“Con más de 100 camisetas de diversos futbolistas profesionales, clubes y selecciones del mundo. Con mucha humildad le regalé la camiseta de la selección chilena, ya que no la tenía en su colección y, además, dejé una de las camisetas que ocupé mientras fui parte de Anejud-Chile. Asimismo, tuve el honor que don Enrique me entregara una de las suyas y una bufanda que le había regalado el mismísimo, Keylor Navas (seleccionado de Costa Rica y que defendiera el Real Madrid, entre otros clubes de primera línea del mundo)”.
UN EJEMPLO
Marcelo Barrios recuerda que le preguntó qué haría con sus camisetas. “Con emoción su respuesta fue que dado el cáncer que padece unos de sus hermanos, pronto las remataría, me quedé sin palabras frente a su grandeza como ser humano”, sostiene.
Enrique “Piña” Murillo, sin duda, refleja el sueño de muchos niños. “Y me incluyo, pues todos quisimos ser futbolistas profesionales y como pocos él logró cumplir sus sueños”, remata el abogado que también cumplió el suyo: Concretar el viaje a Costa Rica.