Abogado Diego Castro indicó que los regantes no están habituados a que se presente una merma de tales características en esta época del año.
POR CARLOS ARIAS MORA
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CURICÓ. Las juntas de vigilancia de los ríos Lontué y Mataquito, están advirtiendo un complejo panorama a raíz de la disminución que presentan los caudales de los citados afluentes.
En conversación con Diario La Prensa, el secretario ejecutivo de la Junta de Vigilancia del Río Lontué, Diego Castro Portales, indicó que corresponde a una merma que podría ser catalogada como de normal, si es que se hubiese presentado entre “el 15 o el 20 de enero”. “Estamos adelantados como en unos 20 días en la baja en los caudales. Nosotros necesitamos 45 metros cúbicos por segundo para que estén todos satisfechos, y ya estamos en 40, lo cual, en un año normal se produce el 15 de enero”, dijo el abogado de profesión.
En tal contexto, a fin de informar o dar a conocer tal escenario, mañana, en dependencias de un céntrico hotel de Curicó, se llevará a cabo una conferencia de prensa, instancia donde se profundizará respecto a las medidas que están siendo evaluadas por las aludidas organizaciones de usuarios de agua, relacionadas, por ejemplo, a la gestión del mencionado recurso. También se abordarán las implicancias que tal situación tendrá para la agricultura en los respectivos territorios. “La idea es difundir esta situación para que todos sepan lo que va a pasar y tomen las medidas que sean necesarias”, dijo.
DÍAS ANTES
“Estamos con una merma que se ha presentado demasiados días antes, lo cual es mucho. A los tomateros, a los maiceros les queda mucho riego, y los huertos se tienen que seguir regando. Vamos a tener entre 45 a 60 días muy complicados y por eso es la idea de hacer este punto de prensa”, expresó Castro. “Probablemente vamos a tener un febrero y un marzo muy complicado”, acotó.
Respecto de las razones que explicarían el actual escenario, el abogado señaló: “tuvimos un invierno muy tardío. Nevó bastante, pero nevó con nieve de muy mala calidad, muy tarde, Nevó en julio y agosto, lo que no es bueno y tuvimos una primavera con unas temperaturas gigantescas, entonces tuvimos caudales en el río de 100, 120 metros cúbicos durante mucho tiempo”.
“Eso significa que el deshielo fue tan significativo y tan adelantado, que nos provocó esto. Hoy en día no hay nada de nieve en la cordillera”, cerró.