Gran convocatoria. La jornada de ecoturismo convocó a más de 60 aventureros en la zona pre-cordillerana de la turística comuna.
MOLINA. Valor, destreza y persistencia es lo que demostraron los cerca de 60 aventureros que dieron vida a la versión 2024 del “Desafío Fraile” en Molina.
La ardua jornada de trekking fue organizada por la Corporación Municipal de Turismo de la comuna y contempló la escalada guiada hasta la cúspide del cerro del mismo nombre, en la zona pre-cordillerana aledaña a Radal Siete Tazas.
Los participantes pudieron doblegar las inclemencias del relieve y superar obstáculos para llegar hasta la cima montañosa, bajo la atenta mirada de los guías municipales.
PREPARATIVOS
Entre quienes encabezaron la comitiva, Sebastián Unda, encargado del Área Turismo de la Corporación, entregó algunos detalles de los preparativos que realizaron para garantizar la seguridad y bienestar de los participantes a los casi 1.200 metros de altura.
“Contamos con toda una logística de comunicación, transporte y protocolos para transitar por esta ruta que contempla unos 3 km de subida y otros 3 km de bajada; la que hemos definido de mediana a alta intensidad, especialmente por el ascenso”, dijo el profesional.
“Recomendamos a la gente que guste del deporte a que esté atenta a nuestras redes sociales para participar de estos desafíos hacia los rincones turísticos de la comuna”, invitó Unda.
GRATA EXPERIENCIA
Para los participantes, el viaje permitió conectar con la naturaleza y deshacerse del estrés de la ciudad. Así lo ratifica Aileen Campos, quien afirma que “la experiencia de este desafío fue súper entretenida. La subida fue intensa, especialmente llegando a la cumbre, pero es algo muy satisfactorio; así que ojalá a los próximos desafíos se sume más gente”.
Por su parte, Gabriel Valdivia, turista que llegó desde la Región de Valparaíso, señaló que “me pareció súper entretenido y muy exigente también. Me gustó porque hubo mucha comunión entre las personas; todo lo que tenga que ver con el aire libre es entretenido, uno se conecta con el ecosistema, se autoexige mucho y eso es importante”.