Alberto Marín. La cita es en el Centro de Extensión de la Universidad Católica del Maule, en Curicó.
Nervioso está Alberto Marín de retomar su trabajo artístico en el Centro de Extensión UCM Curicó. Tras varios años de ausencia, realizará la exposición “Paisajes Residuales”, la que incluye imágenes captadas en la pandemia que afectó a nuestro país por dos años.
“Hace mucho tiempo que no me presento en Curicó. Esto ha hecho que esté muy ansioso ya que además, es mi primera muestra fotográfica en el Centro de Extensión de la Universidad Católica del Maule”, planteó Marín, quien mencionó además que en esta oportunidad, se obsequiará un libro a los asistentes.
“Después del 2011, me fui a Santiago y he estado participando en varias muestras internacionales. Una de las últimas se desarrolló en Tailandia”, mencionó el artista, quien añadió que también ha expuesto en una galería en Rusia.
En la actualidad, Alberto divide sus tiempos entre Santiago y Curicó ya que tiene diversos compromisos fotográficos adquiridos en la capital. A lo que se agrega la publicación de un nuevo libro.
REGRESO
Durante los últimos días, Alberto ha recibido varios mensajes de personas que recuerdan su trayectoria pictórica. Y desconocen el giro que dio hacia el mundo de la fotografía.
“Me hizo clic el contar con un producto en forma más rápida. Si bien el trabajo de revelar demanda tiempo, este es menor al que requiere la pintura”, manifestó.
La muestra que se inauguró este jueves, contiene imágenes captadas en pandemia y, por esa razón, no hay presencia de personas. Esto porque el artista aprovechaba los permisos que se entregaban para concurrir a parques y otros sitios en los que reinaba la soledad.
“Es un registro de lo que fui encontrando en estos paseos y, en estos, había ausencia de personas”, aseveró.
“Nunca pensé que estas imágenes formarían parte de esta muestra. Siempre fueron pensadas para formato de libro y, esa es la razón, de que sean en blanco y negro”, precisó.
Las fotografías fueron captadas por una cámara análoga que Alberto obtuvo de un pintor que vivió hace cinco décadas en la ciudad de Curicó.
“Un amigo me dio el dato de la existencia de esta cámara. Tras rescatarla, la utilicé para armar esta muestra”, concluyó.
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