En Sarmiento. La iniciativa cuenta con una Granja Educativa, la que integran aves, caballos, corderos, entre otros animales.
CURICÓ. Un proyecto educativo enmarcado en la línea de respeto al medio ambiente y a los animales es el que se ejecuta en el Colegio San Pablo, cuyas dependencias se ubican en la localidad de Sarmiento. Este establecimiento, que es administrado por las fundaciones Luxemburgo y Padre Louis Letsch, funciona desde el 2008. En la actualidad, son 145 los alumnos que alberga este colegio, desde prekínder hasta Octavo Básico. “Llevamos funcionando más de 15 años, siendo nuestro sello educativo una mirada de respeto al medio ambiente, constructor de diversidad y con conciencia social y ecológica. Estamos enfocados en promover la identidad y pluralidad”, señaló Tatiana Astudillo, directora del establecimiento, quien agregó que durante la semana pasada, se certificó a los alumnos que egresaron de Octavo Básico; quienes seguirán sus estudios en otros establecimientos curicanos. “Tenemos programas de integración escolar, con diferentes tipos de diagnósticos asociados a dificultades de aprendizaje”, precisó.
GRANJA
El sello que posee el establecimiento surgió de la mano de sus sostenedores, el que ha sido reconocido por el Ministerio de Educación; incluso obteniendo una acreditación a la innovación pedagógica. En el marco de esta iniciativa, funciona una Granja Educativa en las dependencias del colegio y dentro de las especies albergadas se encuentran aves, corderos, caballos, conejos, entre otros. “Es una instancia que nos permite incorporar el concepto de tenencia responsable y el contacto con la naturaleza”, aclaró Astudillo. Para conocer esta granja, se puedan coordinar visitas, que deben ser solicitadas por colegios e instituciones. Además existe un huerto que permite a los alumnos aprender habilidades para la vida.
TENENCIA RESPONSABLE
Para Tatiana, es de gran relevancia inculcar en los niños el respeto por los animales y la tenencia responsable. Y esto es vital si se considera el alto número de mascotas que son abandonadas a diario por sus familias, no importando que estas terminen muriendo en la calle. Por esa razón, es importante educar a los niños desde pequeños para que así de adultos tengan conciencia de lo que significa hacerse cargo de una mascota.