Ejes. De acuerdo con el director de la Escuela de Ciencia Política y Administración Pública de la Universidad de Talca, hay tres puntos para analizar de una propuesta constitucional, que son extensión, contenido y sistema político.
TALCA. En conversación con diario La Prensa, el cientista político y académico de la Universidad de Talca, Mario Herrera, brindó su perspectiva sobre cómo la ciudadanía debería analizar la actual propuesta constituyente, de cara al plebiscito a realizarse el próximo 17 de diciembre. Además, abordó las diferencias entre el primer y segundo proceso constituyente.
DISTINTOS
De acuerdo con Mario Herrera, en términos institucionales, este segundo proceso constitucional desprende del primero, aunque menciona que constitucionalmente son distintos. “El primero es un proceso más cercano a lo que sería una asamblea constituyente y este segundo es un proceso de asamblea, pero con tutelaje, donde participaron otros actores y donde los partidos políticos también tuvieron un rol mucho más predominante”, indicó el director de la Escuela de Ciencia Política y Administración Pública de la Universidad de Talca. En cuanto a las diferencias entre ambas, en materia de institucionalidad regional “mantiene más o menos lo que está en la Constitución vigente, no crea nueva burocracia o nuevos organismos regionales, como sí lo hacía el texto de la Convención (primer proceso) que crea esta Cámara de las Regiones, que además les entregaba más atribuciones a los gobernadores regionales y cambiaba un poco el sistema, pasando de un Estado unitario a una especie de Estado semi federal”, menciona el cientista político.
ANÁLISIS
Herrera afirma que, según su criterio, son tres puntos los que se analizan en una propuesta constitucional: extensión, contenido y sistema político. Sobre la amplitud de la carta magna, el académico apunta que “cuando son constituciones demasiado extensas, solemos decir que son constituciones maximalistas donde están consagrados distintos derechos y distintas instituciones del quehacer nacional. Uno podría pensar de que constituciones maximalistas entregan mejores resultados y constituciones minimalistas no. Pero lo que muestra la evidencia empírica es que eso no es así, que el tamaño de las constituciones no determina la cantidad de derechos que se consagran”. Sobre el contenido de la propuesta, afirma que “un derecho que quede escrito, si es que no está la forma de garantizarlo, es un derecho que es difícil de cumplir por el Estado. Entonces no basta solamente con que esté puesto ahí, sino que tienen que establecerse los mecanismos para que se pueda ejercer ese derecho”. Respecto al sistema político, Herrera afirma que es “la variable clave” y lo compara con una “llave de candado”, ya que sirve para abrir o cerrar procesos. “El sistema político en todo proyecto constitucional es la llave del candado para abrir o para cerrar procesos constituyentes, para abrir o para cerrar derechos sociales. Entonces, si el sistema político es muy restrictivo, va a tender hacia la estabilidad y si en cambio es muy representativo, va a tender hacia la inestabilidad. Esta Constitución en particular, en relación con lo tercero, está en el primer camino, está en lo más institucional, en lo más restrictivo, que tiene como costo ser menos representativo, pero que probablemente va a dar un nivel de estabilidad en términos políticos similares a la de la Constitución vigente”, señala Mario Herrera.
DIVISIÓN
Por último, el cientista político mencionó que la idea de público y privado es un aspecto que divide la opinión pública acerca la propuesta constitucional. Herrera afirma que la ciudadanía debe decidir cuanta participación quiere que el Estado tenga en los servicios de salud, educación, pensiones o seguridad. “Si, por ejemplo, quiere mantener o seguir manteniendo un sistema de capitalización individual en manos de los privados, que eso es lo que asegura la nueva Constitución, si es que quiere permitir la existencia de un sistema de salud público y privado, que también lo hace la nueva Constitución, o si más bien lo que está buscando son fórmulas más estatistas, que son las que se parecían a las del primer proceso constituyente”, cerró el académico.