Pyme. Es gestora de Garbo, vino de cereza que ha ido incorporando más productos y cuya marca es cada vez más reconocida.
CURICÓ. Bárbara Barrera combina su amor por el yoga con su emprendimiento, Garbo de Cereza, lo que la ha llevado a trabajar fuertemente para que el mundo campesino sea más valorado y reutilizar los diversos desechos de esta fruta, y que estos sean un aporte para la comunidad. No ha sido fácil dividir su tiempo entre las clases de yoga en la Corporación Cultural de Curicó, Garbo y su hija. De hecho, debe correr todo el día para cumplir sus diversas tareas y, pese a todo el estrés que esto implica, Bárbara está feliz que su emprendimiento esté siendo valorado tanto a nivel local como nacional. Los inicios de Garbo se enmarcan en el 2018 y la idea de conformar esta pyme, surgió con la finalidad de reutilizar aquellas cerezas que no se exportaban por las exigencias del mercado internacional. “Mucha producción quedaba fuera del mercado chino por calibre. Lo que nos sucedía a nosotros, también les afectaba a otros pequeños productores”, planteó Bárbara, quien mencionó que esto gatilló la idea de reutilizar esta fruta. “Empecé a producir fermentado y elaborar un vino de cereza. Es así como empezamos a postular a proyectos, para obtener los recursos que nos permitieran desarrollar estudios de laboratorio para ver la factibilidad de generarlo”, indicó.
PRIMER FONDO
El primer fondo al que postularon fue uno de Corfo. Esto en el 2019 y sus recursos le permitieron elaborar productos en laboratorio a pequeña escala. “De esa forma, empezamos con nuestra pequeña fabricación de espumante. Hicimos un vino espumoso ya que nos dimos cuenta, que la burbuja le hacía muy bien a la acidez de la cereza”, precisó. “Empezamos utilizando botellas de cerveza recicladas, a pequeña escala. Y en el 2020, tuvimos mucha producción, pero vino la pandemia y tuvimos que reinventarnos”, aclaró. Para eso, postularon al Fondo de Innovación Agraria (FIA) del Ministerio de Agricultura, proyecto que aún se encuentra en ejecución. “Nos adjudicamos esta iniciativa y generamos un nuevo producto, gin de cereza. Y por varios años, permanecimos realizando investigaciones para crear un aceite balsámico y un almíbar de esta fruta”, añadió. Otro de los logros para Garbo fue que su espumante fue incluido en el Catador 2021, obteniendo la medalla de oro.
CATÁLOGO
Hace dos semanas que se lanzó el gin de cereza al mercado. Su nombre, Gracia, se relaciona con la elegancia y, además, es una forma de agradecer los buenos resultados alcanzados por la pyme. Junto con esto, Garbo fue incorporado al Catálogo Transforma Alimento. En el marco de una feria que se realizó en Espacio Riesco, la empresa de Bárbara fue seleccionada por el relato que hizo. “Es muy importante representar al Maule y sus agricultores. Ayudamos a diez familias de la comuna de Romeral y nos hacemos cargo del proceso productivo y reutilizamos diversos materiales. La idea es que no se pierda nada”, aclaró.
YOGA
Hace 15 años que Bárbara incursionó en el mundo del yoga, disciplina que le ha permitido controlar su mente, de manera que esta no boicotee su trabajo y sus sueños. “El yoga me ha sostenido en la vida. Es una de las recetas que me ha permitido llegar al lugar en que me encuentro”, precisó. Para la emprendedora, uno viene con dos metas a este mundo: ser feliz y servir al infinito. Y al lograr estos objetivos, nos podemos sentir seres humanos integrales. Estas enseñanzas son las que busca compartir en sus clases de yoga, las que desarrolla dos veces a la semana en la corporación cultural de Curicó. “Me gusta relacionarme con las personas desde el alma y me encanta que estas me enseñen”, concluyó. Quienes deseen adquirir los productos de Garbo, pueden contactarse al siguiente Instagram @almadecereza.cl o al número telefónico +56-9-77457240.