Reflexión. A 50 años del Golpe de Estado, dicho dirigente político se pregunta cuánto hemos aprendido los chilenos de esa experiencia tan traumática, que implicó la suspensión del ejercicio de derechos civiles y políticos por 17 años.
CURICÓ. Gerardo Muñoz recordó que en 1973 Chile vivía una grave crisis política, social y cultural que pavimentó el camino al Golpe Militar. “No pretendamos creer después de 50 años que el Gobierno de la Unidad Popular fue un buen Gobierno para Chile cuando evidentemente no lo fue”, dijo. A su juicio, desde ese momento, el país se divide entre amigos y enemigos, entre patriotas y traidores y estos últimos “pueden ser perseguidos, encarcelados, torturados, exiliados o, derechamente, asesinados al margen de la ley y en muchos casos ocultando los cuerpos e impidiendo darles cristiana sepultura, un derecho humano que ni siquiera los enemigos de Cristo le negaron a sus deudos”. Gerardo Muñoz estima que lo más grave de todo es que este estado de guerra interna, se mantuvo durante todo el régimen militar. “Hubo crímenes al comienzo de la dictadura, como la llamada Caravana de la Muerte, operación encargada el año 1973 por Pinochet al general de brigada, Sergio Arellano Stark, y que estuvo destinada a visitar centros de detención y aplicar procedimientos sumarios que terminaron con cientos de detenidos fusilados sin debido proceso”, resaltó. El presidente de la DC en el Maule lamentó que esos hechos se mantuvieran en los años 80. “Como el denominado Comando Conjunto que secuestró y degolló a tres profesionales opositores al régimen y ligados al Partido Comunista: Manuel Guerrero, Santiago Natino y José Manuel Parada, hechos que no fueron sancionados por la justicia hasta el retorno de la democracia”, puntualizó.
JUSTICIA
Además, trajo a la memoria los crímenes perpetrados en el extranjero, como el atentado y asesinato de Orlando Letelier, ocurrido en 1976 en Washington, y antes, en 1974, el ataque al general Carlos Prats y su esposa Sofia Cuthbert en Buenos Aires en 1975; y el atentado a Bernardo Leighton y su esposa Anita Fresno en Roma. “Son solo algunos ejemplos en que la dictadura militar realizó operaciones criminales, incluso. más allá de las fronteras de nuestro territorio. Eso explica que el general Pinochet haya sido enjuiciado en Londres por crímenes de lesa humanidad, algo que la justicia chilena nunca fue capaz de hacer.
Gerardo Muñoz admite que el ambiente hoy en el país no es bueno. “Me temo que con los actuales niveles de baja valoración de la democracia y de sus principales instituciones no existe garantía alguna de que en el futuro no volvamos a vivir otro quiebre. La crisis de seguridad que experimenta el país es terreno fértil para los caudillos tipo Bolsonaro. Es por ello que, debemos trabajar por una genuina reconciliación nacional expresada en una nueva Constitución que sea símbolo de un país reconciliado y unido”, manifestó.