Petición de la alcaldesa de Molina. Autoridad comunal trajo al equipo de la Dirección de Obras Hidráulicas, para recorrer en terreno los lugares donde se desbordó el río.
MOLINA. Un fuerte llamado de atención a las autoridades hizo la alcaldesa Priscilla Castillo, tras la devastación ocurrida en algunos sectores rurales de su comuna durante el sistema frontal.
De forma categórica, señaló que “estamos exigiendo al Gobierno y al Ministro de Obras Públicas, que se construyan nuevas defensas en el río Lontué, específicamente, en la bocatoma del Estero Seco”.
La jefa comunal recordó que, en 1986, Lontué tuvo una tremenda catástrofe con el aumento del caudal, episodio que todavía se encuentra en la memoria colectiva de los habitantes de la ciudad.
Con ello en mente, Priscilla Castillo afirmó que “después de este temporal, la evidencia indica que el cauce se cargó hacia el lado de Carrizal, Pirihuín y Lontué. Tuvimos riesgo de que se rompieran las compuertas del Estero Seco y se produjera una inundación”.
VISITA
Durante el fin de semana, localidades como Carrizal y La Valdesina sufrieron producto del desborde de los cursos de agua, que ocasionó anegamiento y pérdida total de enseres en decenas de viviendas. Por tal motivo, la alcaldesa invitó al equipo de la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) a recorrer los puntos críticos del río Lontué.
“Para ver dónde se debería construir el espigón, pero necesitamos urgente que se hagan estos trabajos. Creemos que, si viene una nueva crecida del río, corremos mucho riesgo de que éste desborde en Pirihuín, Carrizal y Lontué”, recalcó.
Tras visitar el terreno y conversar con lugareños, el director regional de la DOH, Héctor Manosalva, manifestó que “estamos en conversaciones con nuestro nivel central, para definir las obras inmediatas de urgencia para toda la región. Es un punto importante al que le daremos prioridad, para ojalá la próxima semana poder estar con inversión en el lugar para evitar o mitigar futuras crecidas del río”, dijo.
JUNTA DE VIGILANCIA
En tanto, la encargada de Vinculación de la Junta de Vigilancia del río Lontué, Catalina Castro, explicó que “esta crecida dejó expuestos varios canales, como el Río Seco y Pirihuín. Efectivamente, se requiere proteger dichas zonas, porque un nuevo aumento de caudal puede ingresar por ahí eventualmente”.
Consultada sobre el comportamiento de las aguas durante las últimas horas, detalló que “se observa una baja importante del río, que llegó a transportar 2.500 centímetros cúbicos con una altura de 5,5 metros en el puente El Yacal durante la emergencia. Sin embargo, el río ha dejado en evidencia que cambió su curso, pues hoy en día está más cargado hacia la ribera sur, que es donde está Molina”. Por último, Castro indicó que “sabemos que viene otro frente de mal tiempo, pero creemos que el río es capaz de soportar el agua lluvia siempre que la isoterma cero se mantenga en los dos mil. Si vuelve a precipitar donde hay nieve, eso puede traer consecuencias negativas”.