Para la alegría de muchos. Dicha situación fue muy bien recibida, por ejemplo, entre los propios pescadores de la zona y entre representantes de agrupaciones ligadas al medio ambiente.
LICANTÉN. A raíz de diversos factores, durante algunas semanas, las aguas del río Mataquito no estuvieron desembocando en el mar. Dicho escenario generó preocupación, tanto en los propios agricultores que se nutren de dicho afluente para regar sus respectivos cultivos, como asimismo al interior de quienes integran los sindicatos de pescadores del sector. A tales voces se sumaron, por ejemplo, representantes de organizaciones medioambientales, producto de una serie de alteraciones en la flora y fauna. Cabe decir que corresponde a un fenómeno “nunca antes visto”, al menos en tal zona.
FACTORES
Desglosando dicho fenómeno, los dos factores que a la rápida explican lo que sucedió en aquel punto de la costa de la provincia de Curicó son: la disminución del caudal del propio río y las constantes e intensas marejadas que han azotado dicha zona.
Por lo mismo, llegó un momento donde se consolidó una especie de barrera, que, por ejemplo, les impidió a los pescadores del sector a ingresar al río desde el mar. Como “no se tenía registro” respecto a un fenómeno de tal naturaleza, se evaluó la posibilidad de “intervenir”, lo cual tras una serie de antecedentes y estudios fue descartado.
De hecho, se estimaba que la naturaleza “haría la pega”, para que el Mataquito volviera a desembocar en el Océano Pacífico, aunque eso sí, no había claridad respecto a una fecha aproximada. En el intertanto, el río comenzó a “acumular y acumular” agua, la cual simplemente “se estancó”.
En todo caso, era cuestión de observar lo que había ocurrido solo algunos kilómetros más al norte, en específico, en la playa de la localidad de Llico, para darse cuenta que no se trataba de un “fenómeno aislado”: allí también las marejadas habían hecho de las suyas, destruyendo la “barrera” que separaba el mar del sistema hídrico de dicha zona.
RUTINA NORMAL
En definitiva, para la alegría de muchos, durante el pasado fin de semana la “apertura” de la barra se generó de manera natural. Dicha situación fue muy bien recibida, por ejemplo, entre los propios pescadores de la zona, que podrán retomar su normal rutina de trabajo, sobre todo pensando en la venidera “Semana Santa”, donde la demanda por productos marinos, por parte de la ciudadanía, es mucho mayor.
Cabe recordar que en conversación con diario La Prensa, el secretario de la junta de vigilancia del río Mataquito, el abogado Diego Castro señaló que era “innegable” que lo que estaba ocurriendo en tal afluente, corresponde a otro ejemplo más, que se explica producto del denominado al “cambio climático”.