260 millones de pesos. El caso se remonta al 2016, tras el fallecimiento de Elba Solorza de 77 años, quien perdió la vida producto de los problemas que sufrió, derivados de una cirugía a la que se sometió en el citado recinto asistencial.
CURICÓ. El Primer Juzgado de Letras de Curicó estableció el pago de una millonaria indemnización, por daño moral, para una familia que demandó al Hospital de Curicó por falta de servicio. El caso se remonta al 2016, tras el fallecimiento de Elba Solorza de 77 años, quien perdió la vida producto de los problemas que sufrió, derivados de una cirugía a la que se sometió en el citado recinto asistencial. En tal contexto, los hijos de Elba Solorza estimaron que su deceso correspondía a una negligencia médica por parte del Hospital de Curicó, por lo mismo, presentaron una demanda por intermedio del abogado Leonardo Fuentes Quinteros.
SEIS HIJOS
La sentencia ligada a la demanda por falta de servicio en contra del Hospital de Curicó fue dada a conocer el 9 de diciembre pasado, estableciendo que el Hospital de Curicó deba pagar, en total una indemnización por 260 millones de pesos, cifra que se divide, en diferentes montos, entre los demandantes, en este caso, los seis hijos de la víctima.
JUSTICIA
El fallecimiento de Elba Solorza fue el 17 de abril del 2016 al interior del Hospital de Curicó. El abogado Leonardo Fuentes representó a los hijos de la fallecida, en las respectivas instancias judiciales. “Lo que los familiares querían con este juicio era obtener justicia, reparación y verdad. Estaban muy afectados por lo sucedido, por lo que esta noticia los dejó bastante tranquilos. Ellos están tranquilos con la sentencia, con este fallo”, dijo.
Como demandantes, acotó el jurista, rindieron “toda la prueba pertinente, documental, pericial, testimonial”, a fin de poder acreditar las pretensiones de sus representados. “Claramente fue un proceso bastante largo, pero donde se obtuvo un resultado que deja a los demandantes, de cierta manera, tranquilos para continuar con lo que viene”, dijo.
“Acá los hijos intuían que se estaba frente a una negligencia médica. Llegar hasta el final y que les encuentren la razón, eso es lo más importante”, acotó. Cabe señalar que como corresponde a un fallo de primera instancia, en este caso, la contraparte tiene la posibilidad de apelar a dicha decisión.
DESGASTE EMOCIONAL
Por último, Fuentes recalcó el “desgaste emocional” que implicó para los demandantes el iniciar un juicio ligado a un caso de tales características. “Es agotador, hay un aspecto muy fuerte en lo psicológico a considerar. Al principio las víctimas se sienten solas, piensan que no pueden ganarle al hospital o a cualquier ente público, sumado al dolor por el fallecimiento de su madre que hasta el día hoy les provoca angustia y sufrimiento, es un camino largo y de sufrimiento, por cuanto han revivido la situación traumática de perder a su madre durante todos estos largos seis años de litigio”, concluyó.